Nuestro organismo requiere de algún tipo de terapia o métodos para alcanzar una relajación y equilibrarnos en todo sentido para poder afrontar los problemas de la vida diaria.
Una de las tantas técnicas que existen tiene que ver con la meditación, que es practicada desde hace miles de años, y ayuda a profundizar un balance para la mente y el cuerpo. Puede producir un estado de relajamiento profundo y eso predispone una mente tranquila.
Durante la misma, una persona concentra su atención y elimina el flujo de pensamientos confusos que pueden deambular dentro de nuestra cabeza y conlleva la llegada del estrés. Es por eso, que este método puede desembocar en un realce del bienestar físico y emocional.
Existe otra práctica que se está utilizando cada vez más a menudo y también ayuda al organismo. Se trata del pilates, el cual fue inventado en la década de 1920 por Joseph Hubertus Pilates y es casi una intersección entre el yoga, fortalecimiento muscular de gimnasia y el ballet.Este método práctico hace que trabajen los músculos mientras los relaja, gracias a la respiración, y fortalece el cuerpo y mente desde la parte más profunda a la más superficial, aumentando y uniendo el dinamismo y fuerza muscular con el control mental, relajación y respiración.
Una tercera terapia milenaria que sirve para nuestro cuerpo y mente es el yoga, que es un entrenamiento para ambas y es un aliado para reducir el estrés y ansiedad, mejorando las funciones autonómicas del cuerpo y facilitar un equilibrio neurohormonal por la disminución de la actividad simpática.Esta práctica crea un sistema de bienestar y logra un rol en regulación y funciones, activando las respuestas parasimpáticas a través de la estimulación del nervio vago, hace que el yoga mejore el estado de ánimo y disminuye las respuestas negativas de tipo neuroendocrina e inflamatoria.
Caminata y bicicleta, saludables
Cada día se sabe más acerca de los beneficios de la movilidad activa y métodos que la rodean, ya que mientras se camina a paso rápido o pedalea en bicicleta, el flujo sanguíneo aumenta y se liberan endorfinas, entre otros cambios fisiológicos que generan importantes beneficios, entre los cuales sobresalen: Ayuda a mantener un peso saludable y perder grasa corporal, mejora el estado cardiovascular, ayudando a prevenir o controlar enfermedades cardíacas, ACV, hipertensión arterial, cáncer y diabetes tipo 2, fortalece los huesos y mejora la tonicidad muscular, mejora el equilibrio y coordinación, fortalece el sistema inmunitario, aumenta los niveles de energía, mejora el estado de ánimo, cognición, memoria y sueño y reduce el estrés y la tensión.
Cabe destacar que la música es una aliada para incorporar algunas prácticas y mejorar el proceso físico. Es así porque las vibraciones de diferente origen se ajustan hasta lograr un mismo ritmo.