En enero, la industria pyme cayó un 30% respecto del año pasado. El diciembre los resultados fueron similares, informaron desde la CAME. Se trata de “una tendencia preocupante“, aseguran. En la comparación mensual también fue a la baja: hubo un descenso del 9,1%. Las razones fueron la persistente inflación y la caída del poder adquisitivo.
Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en un informe que realizaron de 413 industrias pyme de todo el país, las empresas operaron durante enero con 70,8% de su capacidad instalada, mostrando un declive de 2,3 puntos porcentuales frente a diciembre. Por sector, se encontró que todos los sectores manufactureros tuvieron fuertes caídas, pero los más afectados fueron “Papel e Impresiones”, que quedó en -41,7% y “Químicos y plásticos”, que llegó a -35,6%.
Le siguieron “Metal, maquinaria y equipo y material de transporte”, con un -34,8% y “Maderera y muebles”, con -30,6%.
Desde el organismo advierten que “el sector industrial está sintiendo fuerte el deterioroen el poder adquisitivo de la gente y la pérdida de competitividad en los mercados mundiales, que afecta a las empresas de perfil exportador. Igualmente, la reducción de la producción suele ser un proceso gradual, ya que implica decisiones sobre inversiones, empleo y otros factores”.
Además, informaron que hubo menor demanda de materias primas e insumos y que esto provocó que las industrias no necesiten reponer stock. En enero, las que lo necesitaron se redujo a un 38,8%, en comparación con el 53,4% registrado en diciembre de 2023.
“Las industrias pyme se preparan para un panorama complejo en los próximos meses. La rentabilidad industrial está siendo amenazada por diversos factores: la baja en el consumo, producto del debilitado poder adquisitivo, sumado a la persistente inflación y el inminente aumento de tarifas de servicios públicos como la electricidad, generan un clima de zozobra y riesgo para la actividad industrial“, expresan.