El papa Francisco fue internado para realizarse estudios médicos y obtener diagnósticos más precisos por una gripe que continúa en su organismo. El sumo pontífice de 87 años estuvo en el hospital Gemelli de la isla Tiberina, en el centro de Roma, y ya se retiró.
“Tras la audiencia general, el papa Francisco acudió al hospital Gemelli Isola Tiberina para someterse a algunas pruebas diagnósticas. Después regresó al Vaticano”, informó el la Santa Sede.
El papa celebró anteriormente la audiencia general ante miles de personas en el aula Pablo VI del Vaticano, pero aseguró que seguía un poco resfriado y prefirió que la catequesis la leyese un colaborador.
“Sigo un poco resfriado, por eso he pedido a monseñor (Filippo) Ciampanelli que lea la catequesis”, expresó el papa, que llegó en silla de ruedas al aula Pablo VI, donde sucedió la audiencia.
Tampoco leyó el discurso en la audiencia a los obispos de la iglesia patriarcal de Cilicia de los Armenios, a quienes recibió antes de la audiencia general.
Recientemente, el Vaticano informó de que seguían “los leves síntomas gripales, aunque sin fiebre”, pero que por cuidado se suspendieron las audiencias previstas. Sin embargo, el domingo, Francisco rezó el Ángelus desde la Santa Sede.