La central sindical coordina en secreto con la Iglesia y organizaciones sociales una nueva protesta luego del paro del 24 de enero.
La CGT planifica montar una olla popular en la Plaza de Mayo como respuesta a las políticas económicas del gobierno de Javier Milei. Será un acto en los próximos días -todo indica que durante marzo- que le permitirá a la central obrera mantener la iniciativa luego del paro nacional que convocó el 24 de enero y que contó con la adhesión de las dos versiones de la CTA y de organizaciones sociales.
Para el nuevo acto en preparación la CGT inició contactos con la Iglesia católica tras las advertencias sobre la ausencia de asistencia gubernamental a los comedores populares. La iniciativa surgió en la reunión de la semana pasada de la “mesa chica” de la organización en la sede del gremio de Sanidad, tal como reveló este medio. Se trata, para los impulsores, de una alternativa para reanudar la presión contra el Ejecutivo sin echar mano a la herramienta del paro nacional de modo tal de no desgastar esa medida de fuerza.
La estrategia de la CGT contra la administración libertaria arrancó temprano con una movilización en diciembre a Tribunales para presentar un amparo contra la reforma laboral del DNU 70/23, que en definitiva fue acogida por la Justicia laboral que dictaminó hasta ahora no habilitar su operatividad. En paralelo estableció una red de contactos con bloques legislativos para fortalecer una oposición al DNU y al paquete legislativo del oficialismo. Y el mes pasado completó la primera fase con la huelga de medía día del 24 y la marcha al Congreso que terminó por ser multitudinaria.