Fueron décadas de espera, pero ahora el cometa 12P/Pons-Brooks, también conocido como “cometa del diablo”, ya es visible en los cielos nocturnos del planeta Tierra.
Actualmente se puede ver con instrumentos focales; sin embargo, en las siguientes semanas posiblemente pueda verse a simple vista, de acuerdo con el sitio web “Astronomy Picture of the Day” de la NASA.
El Pons-Brooks es un cometa tipo Halley que orbita nuestro Sol una vez cada 71 años, según la NASA.
Los cometas son denominados como ‘tipo Halley’ por la duración de su órbita: los objetos en esta categoría tienen periodos orbitales que van de entre 20 y 200 años, explica la Universidad de Swinburne (Australia).
El Pons-Brooks, por tanto, está dentro de este rango, así como el cometa Halley, que es el que da nombre a la categoría y que visita el interior de nuestro sistema solar una vez cada 76 años.
Respecto a su apodo, dice la NASA, al Pons-Brooks se le conoce como “cometa del diablo” por su apariencia en forma de cuerno.
El cometa Pons-Brooks comenzó a dejar huellas en el cielo desde mediados del año pasado.
En su camino a las proximidades del Sol, el “cometa del diablo” tuvo su primer estallido el 20 de julio de 2023, lo que pudo ser avistado por fotógrafos astronómicos.
Los núcleos de los cometas suelen producir estallidos, los cuales, según la enciclopedia Britannica, son liberaciones repentinas de polvo y gas que incrementan el brillo de estos objetos.
Desde entonces, el Pons-Brooks ha producido más estallidos y se prevé que vengan más. ¿Qué significa esto? Que el cometa brillará más en el cielo, lo que hará más fácil su avistamiento.
Actualmente, señala la NASA, el cometa puede avistarse en los cielos nocturnos del norte terrestre con ayuda de binoculares o telescopios.
Sin embargo, mientras el cometa se acerca al perihelio (su punto más cercano al Sol), incrementan las posibilidades de verlo a simple vista.
El perihelio del “cometa del diablo” será el próximo 21 de abril. Por tanto, en Norteamérica el objeto debería ser apenas visible a simple vista en el cielo nocturno durante aproximadamente un mes antes de esa fecha.