El Comité de Investigación de Rusia elevó a 115 el número de muertos en el ataque terrorista del viernes, reivindicado por el grupo jihadista Estado Islámico (EI), contra la sala de conciertos Crocus City Hall en Moscú, según su último balance publicado este sábado. Además, espera que las víctimas fatales “aumenten”, debido a la gran cantidad de internados.
La agencia investigadora determinó que la mayoría de los fallecimientos se debió a las heridas de bala provocadas por los responsables del ataque y a la asfixia por el incendio causado en la sala. Los atacantes, precisaron los pesquisas, usaron “armas automáticas” e incendiaron el edificio con un “líquido inflamable”.
Informaron ademas que hasta el momento hay al menos 80 personas hospitalizadas, entre ellas 13 en estado crítico y 25 en estado grave. Al menos 40 pacientes debieron ser operados de urgencia y ocho heridos recibieron el alta en las últimas horas.
Por su parte el Servicio de Seguridad Federal de Rusia, el FSB, anunció la detención de once personas presuntamente vinculadas al atentado, entre ellas cuatro supuestos responsables directos del ataque, apuntados como tiradores, que fueron hallados en la región de Briansk, la frontera con Ucrania y Bielorrusia. El director de los servicios “informó” al presidente Vladimir Putin de los arrestos, de acuerdo con lo indicado por el Kremlin en un comunicado.