El Domingo de Ramos abre solemnemente la Semana Santa, con el recuerdo de las Palmas y de la Pasión, de la entrada de Jesús en Jerusalén y la liturgia de la palabra que evoca la Pasión del Señor en el Evangelio de San Mateo.
La celebración es de carácter móvil, por lo que cada año cambia de fecha, pudiendo ocurrir entre los últimos días de marzo y los primeros días del mes de abril.
El Domingo de Ramos significa la aceptación de Jesús como el Mesías e hijo de Dios. Este día se considera oficialmente el inicio de la Semana Santa.
Es el momento de la Semana Santa donde se proclama a Jesús como el hijo de Dios y nuestro salvador. Supone una forma de aceptar su obra santa en la humanidad y es, además, la renovación de la fe en Dios.
La liturgia para este día está representada por el color rojo en evocación de la pasión vivida por el señor antes de su sacrificio por la humanidad.
Para este día, los fieles devotos de la tradición cristiana suelen llevar en sus manos ramos de palma y de olivos u otros árboles, al compás de cantos y oraciones de alabanzas que dan la bienvenida a la Semana Santa cristiana.
Estos ramos y olivos se bendicen este día antes de realizar las procesiones. En muchas casas, las personas suelen colgar algunos de estos ramos en diferentes lugares de sus hogares.
Esto se hace en señal de recibir las bendiciones para sus casas y familias, pues el día representa simbólicamente la aceptación de Jesús como hijo de Dios y como salvador.