En el marco de un brote histórico, con 161 muertos y más de 230 mil casos registrados, según los últimos datos del Ministerio de Salud, una manifestación clínica se presenta en el 67% de los cuadros de niños y adolescentes.
El dengue, la enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti, es una preocupación latente en Argentina. El Ministerio de Salud de la Nación informó que, en lo que va de la temporada 2023/2024 (semana 31 de 2023 -fines de julio y comienzos de agosto- hasta la semana 13 de 2024 -fines de marzo), se registraron “232.996 casos de dengue (90% autóctonos, 7% en investigación y 3% importados), de los cuales 215.885 se registraron desde la semana 1 a la semana 13 de 2024″. Es decir, este año.
La incidencia de este cuadro en los adolescentes. “Con respecto a los menores de 15 años, se registraron hasta el momento 35.844 casos (322 casos cada 100.000 habitantes), de los cuales 72 se notificaron como dengue grave (0.20%) y 12 fallecidos (cuya media de edad fue de 6 años y la letalidad específica de 0.033%)”, detallaron desde la cartera de salud.
Y profundizaron, también sobre los menores de 15 años: “El 67% de los casos presentaron alguna manifestación gastrointestinal”. Este síntoma es uno de los varios que pueden manifestarse en esta enfermedad. Veamos por qué y en qué instancias es un signo de alarma.
La médica infectóloga Silvia González Ayala (MP 91229), presidenta de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica (SADIP), analizó: “Las manifestaciones gastrointestinales son más frecuentes e intensas en la infección por el serotipo 2, según describieron los colegas del noreste argentino. Los niños presentan las mismas manifestaciones clínicas que son comunes en los adultos, las cuales están planteadas en la definición de caso sospechoso de dengue”.
Cabe recordar que en el Boletín Epidemiológico precisaron que en la presente temporada “se han identificado hasta el momento 3 serotipos circulando en el país, con predominio de DEN-2, seguido de DEN-1 y algunos pocos casos de DEN-3″.
Y aclaró: “Si un paciente tiene diarrea, incluso con hilos de sangre, pero no tiene fiebre demasiado alta y está experimentando un cuadro respiratorio de congestión y moco, eso puede ser un cuadro viral por enterovirus o virus respiratorios, como la gripe, que también puede cursar con diarrea en los niños”.
“El dengue en los niños, especialmente en el grupo de adolescentes y en los niños más pequeños en edad escolar e incluso en los bebés, puede tener manifestaciones clínicas diferentes a las de los adultos mayores, es decir, en los bebés más pequeños. A veces puede no haber fiebre al principio y comienzan a tener vómitos, diarrea, estado ansioso o aquellos que toman el pecho pueden tener una succión muy débil y estar como aletargados y asténicos, es decir, cansados y pálidos. En algunos casos pueden aparecer brotes con petequias en la piel”, señaló el además miembro del Departamento Científico de la Fundación Vacunar.
De acuerdo al especialista, “en los más grandes, que están en la etapa escolar, se pueden presentar episodios de fiebre que duran entre 3 y 5 días, lo que sería la primera etapa del dengue de fiebre, la cual luego empieza a descender y, en algunos casos que hemos visto en la práctica clínica, aparecen dolor abdominal, vómitos y diarrea. Es decir, un cuadro de gastroenteritis. Así, muchos de estos pacientes pueden llegar a la deshidratación”.
“Por eso, entendiendo que los pacientes que tienen dengue por la fiebre, la vasodilatación, el aumento de la permeabilidad de los vasos sanguíneos, y cuando indudablemente hay una inflamación también de la mucosa intestinal y se produce diarrea, sobre todo en el grupo pediátrico de los menores de 14 o 15 años, hablamos de síntomas frecuentes que acompañan al dengue sintomático”, cerró Burgos.