Se trata de cualquier forma de abuso que afecte a menores de 18 años y que perjudique su salud, desarrollo o dignidad. Abarca desde la negligencia, las agresiones y la violencia sexual hasta la explotación comercial. Cuáles son las acciones para enfrentar este flagelo.
La problemática del maltrato y la violencia sexual contra bebés niños, niñas y adolescentes es una realidad alarmante que requiere una respuesta integral. El maltrato infantil es un problema mundial complejo y difícil de estudiar, con graves consecuencias que se arrastran a lo largo de toda la vida.
El maltrato infantil se define como cualquier forma de abuso que afecte a un menor de 18 años. Abarca todo tipo de maltrato físico o afectivo, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de otra índole que vaya o pueda ir en perjuicio de la salud, el desarrollo o la dignidad del niño, niño o adolescente, o poner en peligro su supervivencia en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder. El maltrato puede ocurrir en diferentes ámbitos incluido los telemáticos.
De los estudios internacionales se desprende que casi 3 de cada 4 niños de entre 2 y 4 años sufren con regularidad castigos corporales o violencia psicológica de la mano de padres o cuidadores y que una de cada 5 mujeres y uno de cada 13 hombres declaran haber sufrido abusos sexuales en la infancia.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que uno de cada cuatro adultos informó haber sufrido abuso físico durante la infancia en todo el mundo.
Las experiencias traumáticas inician emociones fuertes y reacciones psicológicas y físicas que pueden persistir mucho después de los eventos. Los niños y niñas sienten terror, impotencia y miedo, así como palpitaciones, vómitos o pérdida del control de esfínteres. Los niños que carecieron de protección de los demás para evitar las consecuencias de la experiencia traumática se sienten decepcionados por la falta de protección y cuidado, lo que produce una doble traumatización.
Se estima que la mayoría de los casos de maltrato y abuso sexual infantil no se denuncian a las autoridades, lo que sugiere que las estadísticas reales son mucho más graves.
Los niños que sufren maltrato y abuso sexual tienen un mayor riesgo de experimentar problemas de salud física y mental a lo largo de toda su vida, requerir de costosos tratamientos y medicación, así como tener dificultades en las relaciones interpersonales y el funcionamiento social.