La participante, lejos de quedarse en silencio, volvió a apuntar contra sus compañeros y la producción.
En un giro sin precedentes en Gran Hermano, Furia fue sancionada de una manera histórica tras una acalorada disputa con Mauro. La producción del reality, a través de un comunicado leído al aire en medio de la gala de expulsión del último domingo, decidió que la participante esté automáticamente nominada para la expulsión hasta que concluya su participación en el programa. Esta medida se produjo tras un intenso intercambio verbal entre ambos concursantes, que escaló a niveles alarmantes.
La situación se desencadenó después de que Mauro realizara comentarios que Furia consideró ofensivos, lo que desató una discusión cargada de insultos y reproches mutuos. La contienda se agravó a tal punto que la producción de Gran Hermano intervino tomando una decisión ejemplar para asegurar la convivencia dentro de la casa: aisló por un buen rato a la jugadora adentro del confesionario, seguramente asistida por un psicólogo por la tarde, en plena pelea, y por la noche, la sancionaron.
Dejó en claro su impresión de que la sanción estuvo mal realizada, ya que “las discusiones se hacen de a dos, entonces la sanción tiene que ser para los dos. ¿Es así? No lo toqué, no lo empujé y todo lo que viene diciendo, se la pasa llorando cada vez que me dice y me insulta de maneras de que la verdad es que no sé qué tiene que decirme porque jamás lo traté como el culo”, además de aclarar que “me la paso cortándole el pelo, poniéndolo bonito y todo lo que ven porque soy una pelotuda, porque es la realidad”.