En medio de la nueva suba de los dólares financieros, que ayer superaron los $1.200 en todas las versiones, el Gobierno le sugirió a los bancos que suban la tasa de plazos fijos. El encargado fue Luis Caputo, al explicitar los cambios en la política monetaria que vienen llevando adelante.
El ministro de Economía pasó ese mensaje en el encuentro con del IAEF del martes, donde participaron cerca de 1.000 ejecutivos de finanzas. En su presentación, explicó que está en pleno proceso el traspaso de la liquidez de los bancos desde pasivos remunerados del Banco Central a bonos emitidos por el Tesoro.
Fue una forma elegante de sugerir un incremento de las tasas que pagan a los ahorristas, teniendo en cuenta que ahora pueden colocar a niveles más altos al Tesoro. Una mejora de rendimientos en pesos sería fundamental para frenar la presión cambiaria de la última semana.
Los bancos redujeron drásticamente la tasa de plazos fijos la semana pasada, lo que estaría directamente relacionada con la escalada de más del 20% que tuvo el dólar en lo que va de mayo.
Por eso, el propio Caputo reconoció que “no hay fecha” para la liberación del cepo. Lo más complejo es la recomposición de reservas netas, que recién ahora están saliendo de territorio negativo. El ministro de Economía indicó que será clave el acuerdo con el FMI y la posibilidad de recibir fondos frescos del organismo para acelerar el proceso.