Barnabás Varga fue a buscar un balón aéreo y el arquero de Escocia, Angus Gunn, lo golpeó fortuitamente. La desesperación ganó la escena y los futbolistas taparon a su colega herido mientras era atendido.
Corrían 70 minutos del partido entre Escocia y Hungría por la Eurocopa, con ambos equipos necesitados del triunfo para intentar avanzar de ronda. En un balón parado, Barnabás Varga cargó en el área rival en pos de lograr el gol salvador, pero se encontró con la salida vehemente de Angus Gunn, arquero de los británicos, quien se lo terminó llevando puesto. Ambos terminaron tendidos y visiblemente afectados, peo fue el húngaro el que se llevó la peor parte.
Varga cayó de espaldas, pero enseguida perdió la consciencia. Quedó con un brazo sobre el cuerpo, sin reacción, y al advertirlo compañeros y rivales lo rodearon para que fuera atendido y no quedara expuesto a las cámaras y los ojos de los espectadores en Alemania. Incluso, desplegaron un campo de lona para hacer aún más inaccesible la visión de los ajenos.
La desesperación ganó la escena. La angustia se trasladó al banco de suplentes, con gestos de incertidumbre y desazón. Tras más de ocho minutos de atención, fue retirado en camilla y directamente al hospital para determinar su verdadero estado.
Una vez finalizado el partido, el plantel completo le dedicó el triunfo a su compañero en desgracia y hasta posó con una casaca suya. Minutos después del cotejo, la Federación de Hungría le confirmó a la BBC que Varga se encuentra estable y consciente tras el incidente. Continuará en evaluación y observación hasta que lo determinen los profesionales médicos.