El presidente demócrata, Joe Biden, y su rival republicano, Donald Trump, intercambiaron ataques sobre el aborto, la inmigración y su gestión de la economía al inicio de su debate del jueves, ofreciendo a los votantes un raro cara a cara entre los dos candidatos de más edad que han aspirado nunca a la presidencia de Estados Unidos.
Biden, de 81 años, y Trump, de 78, estaban bajo presión para mostrar su dominio de los temas y evitar tropiezos verbales en su búsqueda de un momento decisivo en una carrera que, según las encuestas, lleva meses en punto muerto.
Al comenzar el debate, los dos hombres -que no han ocultado su antipatía mutua- no se dieron la mano ni se saludaron.
Los dos candidatos aparecieron sin público en directo, y sus micrófonos se cortaban automáticamente cuando no era su turno para hablar, ambas reglas atípicas impuestas para evitar el caos que descarriló su primer debate en 2020, cuando Trump interrumpió
repetidamente a Biden.