Al menos 33 personas murieron como consecuencia de los tiroteos y otros actos de violencia en todo Estados Unidos durante el prolongado fin de semana del 4 de julio, cuando el país celebrabó sus 248 años de independencia, informaron las autoridades.
Históricamente, las celebraciones del 4 de julio representan uno de los períodos más mortíferos del año en los Estados Unidos y este año triplicó el número de víctimas fatales que se produjeron en 2023, cuando perdieron la vida 10 personas y más de 60 resultaron heridas.