Las líneas de trenes de alta velocidad de Francia se vieron afectadas en lo que se describió como un “sabotaje coordinado” para interrumpir los viajes antes de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París.
la Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses (SNCF) anunció que el tráfico de los TGV se encuentra seriamente afectado debido a una serie de actos de vandalismo.
Al mismo tiempo que calificó estos incidentes como un “ataque masivo para paralizar la red”, mientras que medios europeos informaron que la situación afectaba principalmente a las conexiones entre París y las regiones del Oeste, Norte y Este del país.