Una de las principales cadenas de supermercados mayoristas que operan en la Argentina, Makro, estaría a punto de cambiar de manos, una salida cuanto menos incentivada por la recesión y la caída de los bienes de consumo masivo que son el principal motor de este tipo de comercio.
Aunque la oficina de la empresa en Buenos Aires niega la venta, se han confirmado contactos con actores del negocio mayorista y cadenas de supermercados, debido a la caída en el consumo que afecta a todos los sectores. Según publicó la agencia Noticias Argentina (NA), la cadena mayorista, controlada por el grupo neerlandés SHV Holding, otorgó un mandato de venta al Banco Santander e inició negociaciones con posibles compradores, incluidas empresas competidoras. La operación en Argentina se tasó en unos USD 200 millones.
La posible venta de Makro no solo refleja la situación específica de esta cadena, sino que también es un síntoma de un escenario más amplio donde la crisis de consumo y los desafíos macroeconómicos llevan a varias empresas a replantear sus estrategias. La contracción en el poder adquisitivo, sumada a la inflación persistente y la caída en las ventas, obliga a revisar modelos de negocio que hasta hace unos años eran rentables.