La edición de bolsillo de Cien años de soledad, en japonés, se convirtió en un éxito de ventas en Japón, tras vender en ocho semanas 290.000 ejemplares, casi la misma facturación de las tres versiones en tapa dura impresas en los últimos 52 años.
Entre las razones, de este éxito tardío e inesperado está el próximo estreno en Netflix de la serie basada en la novela, su influencia en autores japoneses y la portada con figuras macondianas dibujadas en un estilo enciclopédico por uno de los ilustradores locales más cotizados del momento,Ryuto Miyake, autor de campañas publicitarias para marcas como Gucci, Bottega Veneta o Apple.
Cabe resaltar que, el libro, lanzado en 1967 en Buenos Aires, fue además fuente de inspiración o detonante de la carrera literaria de distinguidos autores nipones. Kenzaburo Oé (1935-2023), premio Nobel de Literatura de 1994 y admirador declarado de Cien años de soledad, tomó a la novela de Gabo como referencia para su obra Dojidai gemu.
En los últimos años, el número de novelas latinoamericanas que se editan en Japón se ha incrementado, sobre todo tras la publicación en 2020 de una guía escrita por Takayoshi Terao con los 100 mejores autores de esta región, además de la llegada a Tokio del Instituto Cervantes, animando a los japoneses a aprender más sobre el español.