Es una práctica cada vez más común y en muchos casos se ignora las complicaciones que puede traer con el ente recaudador. Qué hay que tener en cuenta cuándo se realizan estas operaciones
Con el auge de la digitalización financiera, muchos usuarios se realizan transferencias a cuentas propias, ya sea desde un banco a una billetera virtual o viceversa. Pero hay que tener en cuenta los controles por parte de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) que esto conlleva.
Cuando se realiza la operación, la entidad que la recibe, sea un banco o billetera digital, lleva a cabo controles para detectar el origen y legalidad del dinero. Esto se realiza para prevenir el lavado.
La AFIP tiene acceso a esta información y puede monitorear las transacciones con el objetivo de verificar si el dinero está declarado y si se encuentra al día el pago de impuestos por esos ingresos, sobretodo si se tratan de operaciones por montos altos.
En este caso, el organismo fiscal y las entidades financieras pueden pedir al usuario que presente documentación para demostrar el origen de los fondos. Esta documentación puede incluir recibos de sueldo, comprobantes de haberes jubilatorios, facturas emitidas en los últimos seis meses o certificados de ingresos firmados por contadores públicos. La AFIP podrá solicitar estos documentos a través de diferentes medios, incluyendo el correo electrónico o mediante la misma aplicación de la billetera digital.
No obstante, los montos bajos no deberían generar mayores complicaciones ni un control exhaustivo por parte de la AFIP.