El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció la reducción del impuesto PAIS del 17,5% al 7,5% que impactará en el dólar comercial para las importaciones de bienes y fletes. En este marco, las empresas calificaron la medida como “positiva” y aseguraron que tendrá incidencia en una rebaja de precios. Sin embargo, volvieron a resaltar la necesidad de salir del cepo cambiario y regularizar las operaciones de comercio exterior.
El anuncio llegó en el momento indicado: el mercado estaba esperando la baja del impuesto PAIS. En los últimos días, los importadores estaban retrasando sus negocios al exterior a la espera de que la medida entrara en vigencia. El Gobierno busca como efecto precisamente una rebaja de precios que ayude a acelerar el proceso de desinflación.
La medida se sumará a otras con las que está trabajando el equipo económico para bajar aranceles en la importación de insumos básicos que favorezcan la competitividad. Sin embargo el análisis de este ítem es mas complejo y no se esperan anuncios inmediatos.
Desde el punto de vista del dólar, esta reducción de la alícuota hará que el dólar importador arranque cerca de $1.030, levemente por encima del “blend”, “lo que redunda en una convergencia “virtual” entre el dólar importador y “blend” (sin una aceleración del “crawling peg” de 2% m/m)”, explicó Delphos Investment.
Otros puntos a tener en cuenta tienen que ver con la demanda de divisas, recaudación e inflación. Para los analistas, “en la recaudación habrá un impacto inmediato, que caería cerca de $430.000 millones mensuales. Esto representa el 5% de la recaudación tributaria del gobierno nacional, que deberá ser cubierta en el corto plazo por los ingresos extras del impuesto a las ganancias, la moratoria y el blanqueo”.