Durante noventa minutos intensos, la vicepresidenta demócrata y el expresidente republicano chocaron con vehemencia para fijar la agenda de campaña cuando quedan 55 días para los comicios del 5 de noviembre.
Durante noventa minutos de intenso debate, Kamala Harris y Donald Trump chocaron con vehemencia al presentar sus puntos de vista sobre la situación económica, el aborto, la inmigración indocumentada, la guerra en Ucrania, la crisis en Medio Oriente y la vigencia de la constitución en Estados Unidos.
La vicepresidente demócrata y el expresidente republicano protagonizaron una batalla pública para explicitar su mirada respecto a la política doméstica y el tablero internacional con el objetivo electoral de convencer a los votantes indecisos que definirán los comicios del próximo 5 de noviembre.
Harris apoyó su discurso de campaña planteando que había que dar vuelta la página, en un crítica directa a la posición de Trump y un cuestionamiento indirecto a la gestión de Joseph Biden en la Casa Blanca. La vicepresidenta ofreció un paquete de medidas económicas que Biden no desplegó en su mandato de cuatro años.
A su turno, Trump aseguró que la administración demócrata destruyó la economía de Estados Unidos por la inflación y el desempleo. El candidato republicano rechazó que estuviera analizando una baja de impuestos para los sectores más ricos y ratificó su decisión geopolítica de imponer aranceles a las importaciones de China.
El segundo round del combate en Filadelfia giró sobre la inmigración indocumentada que creció en términos geométricos durante la gestión de Biden. Trump recordó que Harris había intentado resolver esta crisis regional con escasos resultados y a continuación desplegó una sucesión de argumentos que no tienen respaldo empírico.
Tras el corte por publicidad, los candidatos confrontaron sobre política internacional, adonde volvieron a chocar respecto a la situación en Medio Oriente, la guerra que libra Ucrania contra Rusia, el papel global de la OTAN y la relevancia geopolítica de Irán.