Si eres de las amigas que te encanta contar todo y amas los chismes, te contamos que la ciencia está a tu favor, ya que ser chismosa sería beneficioso para la salud.
Según un estudio, cuando chusmeamos se incrementan los niveles de oxitocina la hormona encargada de nuestros comportamientos sociales.
Mediante un experimento, los investigadores eligieron a 22 estudiantes mujeres a quienes les dieron tres conversaciones. El resultado fue que en las tres charlas, los niveles de cortisol bajaron, pero en las conversaciones con chismes de por medio, los niveles de oxitocina subieron.