El Gobierno determinó que el transporte de media y larga distancia dejará de ser un servicio público y con esa medida desregulará buena parte de las exigencias que tienen las empresas que operan en el sector, entre ellas para la determinación de rutas, recorridos y precios. También se liberarán otras restricciones que permitirán el ingreso de nuevas compañías que operen combis en lugar de micros, y se les habilitará el ingreso a aeropuertospara levantar pasajeros.
La medida fue anticipada este domingo en un comunicado de la Secretaría de Transporte, aunque se trata de una iniciativa surgida del Ministerio de Desregulación que encabeza Federico Sturzenegger. Las normas nuevas serán publicadas en las próximas horas en el Boletín Oficial y fueron conversadas durante los últimos meses entre las autoridades del Poder Ejecutivo y las firmas del sector.
En el Gobierno nacional consideran que el cambio normativo central será la liberalización total del servicio al dejar de ser servicio público, algo que por ley le impone una serie de obligaciones. “La idea es que cualquier empresa que quiera hacer una ruta, se anota en un registro si tiene registro para conducir y transporte adecuado”, resumieron desde un despacho oficial. En el equipo económico creen que, a determinado plazo, un cambio de esta naturaleza debería redundar en una mayor oferta y competencia de precios.
Un aspecto que no fue especificado en el comunicado oficial pero que estará incluido en la letra chica de la reglamentación será que desde ahora las empresas habilitadas podrán ingresar a puertos y a aeropuertos -hasta ahora una opción vedada- para recoger pasajeros directamente, y evitarles el paso previo hacia una terminal de ómnibus.