El precio de la carne siempre es un tema de discusión, sobre todo cuando sube de manera desmedida. Pero este no es el caso, ya que según el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (Ipcva) solo aumentó un 0,6% durante septiembre, mientras que la inflación total fue del 3,5%.
De esta manera, el alimento preferido de los argentinas continúa profundizando su retraso respecto al índice de precios al consumidor (IPC). Si se toma en cuenta los primeros nueve meses del año, el incremento fue del 32%, mientras que la inflación acumulada en este período escaló hasta el 101,6%.
Ahora bien, ¿qué explica este considerable retraso frente a la inflación? En la cadena de las carnes hay una coincidencia unánime: no hay plata. El magro bolsillo de los consumidores y una economía totalmente sumida en la crisis ponen un cierto freno a los valores del alimento, como casi no sucedió con ningún otro.
De hecho, hoy el consumo de carne vacuna en nuestro país se ubica en mínimos históricos. Según la Cámara de la Industria y Comercio de las Carnes (Ciccra), en el período enero-agosto de 2024 el consumo equivalente se ubicó en 46,9 kilos por persona al año, lo que implicó una baja del 12,1%, el dato más bajo del siglo.
No obstante, se espera que haya un salto en los precios hacia fin de año, como es costumbre, pero la incognita es de cuánto será esa recuperación, ya que pocos ven factible que copié al dato de inflación, y, si lo hace, dudan que ese incremento sea convalidado en las carninerías. Entre diciembre y principios del año que viene seguramente tendremos noticias al respecto.