El Día de Todos los Santos se conmemora cada 1° de noviembre, entre las festividades de Halloween y el Día de los Muertos. Esta fecha celebran a aquellas figuras que fueron canonizadas a lo largo de la historia, y también las que no lo fueron, pero hicieron obras meritorias y se considera que están en el Paraíso.
Se celebra después de Noche de Brujas, una fiesta laica, pero el Día de Todos los Santos se encuentra amparado por el catolicismo. Asimismo, se celebra en las vísperas del Día de Todos los Fieles Difuntos, también conocido como Día de los Muertos, lo que puede resultar confuso. Sin embargo, esta última se centra en aquellas almas que ya no se encuentran en este plano, para que puedan alcanzar la plenitud.
El Día de los Santos propone pensar y orar a quienes ya no se encuentran. Muchas personas visitan iglesias para rezar, mientras que otras crean altares en sus hogares que luego utilizarán al día siguiente.
Otro de los atractivos más populares son las visitas a los cementerios durante la noche del 1° de noviembre, esto es muy popular en distintas regiones mexicanas. Allí se prenden velas y realizan ofrendas de pan de muerto, flores y objetos personales asociados al difunto.
Fuente: La Nación