Tras el 2-2 de la ida, La Academia empezó torcida con gol de Yuri Alberto pero lo dio vuelta con doblete de un enorme Juanfer Quintero; sostuvo el 2-1 con fiereza y se metió en una final internacional después de más de 30 años. El 23 de noviembre en Asunción irá por la gloria ante Cruzeiro.
Racing le ganó por 2-1 a Corinthians tras el 2-2 de la ida en Brasil y se metió en la final de la Copa Sudamericana 2024 en una noche emotiva en Avellaneda: al empuje de su gente se le sumó una actuación pletórica de Juanfer Quintero para irrumpir en la definición rompiendo así el dominio brasileño copero en el continente.
El conjunto brasileño arrancó dando el golpe de entrada: tras un fallo defensivo local, Yuri Alberto combinó por izquierda con Memphis Depay, quien se la devolvió de taco, y definió al segundo paloante la salida de Gabriel Arias. El período siguió con la sensación de que el local caminaba por la cornisa más allá de que solo amenazó con una llegada de Rodrigo Garro neutralizada por Arias y, de a poco, fue el conjunto de Gustavo Costas el que empezó a merodear con mayor solidez los tres cuartos de cancha, primero con un tiro libre de Quinteros que pasó cerca.
En ese contexto de presión creciente fue que José Martínez puso la mano en el área ante un centro de Maximiliano Salas y, a los 35, Quinteros no falló de penal con un disparo alto ante Hugo Nogueira. A los 38, tras la veloz intervención de un alcanzapelotas, hizo el lateral por izquierda Salas, habilitó de cabeza Maravilla Martínez y quedó Juanfer mano a mano por izquierda para definir al segundo. Antes del descanso, Arias volvió a salvar las papas ante Yuri Alberto.
En el complemento, excepto por una definición de Salas que pasó muy cerca, Racing logró jugar su partido con corazón y evitando sobresaltos cerca de Arias. El equipo de Ramón Díaz -que en la semana había chapeado un erróneo invicto en el Cilindro- no volvió a encontrar claridad y la fiesta se fue gestando con el correr de los minutos y explotó en el final: toda la alegría fue para Racing, 32 años después en una final internacional, y con la ilusión a flor de piel para el 23 de noviembre frente a Cruzeiro en Asunción.