¿Por qué hay tantos carpinchos en Japón?

En Japón, estas criaturas gozan de una popularidad sin igual.

Los carpinchos, parientes del adorable cobayo, son los roedores más grandes del mundo, nativos del calor tropical de Sudamérica.
Puede que ni siquiera hayas oído hablar de estos amables herbívoros, aunque sería bastante raro con lo abundantes que son en Argentina y sobre todo después de la famosa “” -o, más bien, justo reclamo de tierras que eran de ellos originariamente- de Nordelta en 2021.
Lo que quizás no sabías es que en Japón estas criaturas gozan de una popularidad sin igual.

Originarios de Sudamérica, los carpinchos llegaron a Japón en la década de 1960. Estos animales grandes y peludos eran muy sociables, amables con los humanos y fáciles de domesticar, lo que los hizo populares en las exposiciones interactivas de todo el país.
En 1982, por casualidad, un cuidador del zoológico de Izu Shaboten, en la prefectura de Shizuoka, descubrió que a los carpinchos les encantaba sumergirse en agua caliente, y así nació la práctica de proporcionarles un onsen, es decir, una terma tradicional japonesa.
La afición por ver a estos tranquilos animales haciendo casi cualquier cosa se ha convertido en un pasatiempo nacional.

En los 10 años transcurridos entre 2006 y 2016, el número de carpinchos en los zoológicos de Japón se triplicó, pasando de 125 a 422. Al día de hoy, siguen celebrándose eventos que fomentan el interés y la popularidad de los carpinchos en Japón.