El lunes, más de 10.000 turistas de Argentina cruzaron la frontera de Aguas Blancas con destino a Bermejo para realizar sus compras navideñas.
Debido al aumento del nivel del río Bermejo, el paso en chalanas estuvo cerrado hasta alrededor de las 11 de la mañana.
Como alternativa, muchas personas decidieron ingresar a Bolivia a través del Área de Control Integrado (ACI) del puente internacional. No obstante, otras muchas personas permanecieron esperando más de dos horas a que los niveles del río descendieran, reestableciéndose así el funcionamiento del Puerto de Chalanas.
Las fotografías tomadas en las fronteras reflejaban un desorden generalizado, incluso cuando los visitantes volvieron a Argentina.
Compras en Bolivia: demoras y malestar
Conscientes de la situación, la Dirección Regional Aduanera Noroeste, liderada por Gustavo Cornejo, responsable de la supervisión de la Aduana de Orán, comunicó los regímenes aduaneros actuales y afirmó que, en Aguas Blancas, todo se llevó a cabo de acuerdo con la normativa establecida, tal como es habitual.
En este contexto, detalló que las demoras fueron ocasionadas por Migraciones de Bolivia, una situación que fue planteada en diversas ocasiones a través de gestiones y solicitudes ante la Coordinación del Paso Internacional, con el fin de que las autoridades del país vecino aceleren los procedimientos mediante el aumento de personal.
Las imágenes que llegaron desde las fronteras mostraban un caos, incluso cuando los “turistas” regresaron a Argentina.
En Aguas Blancas, una gran cantidad de productos entra de forma ilegal a través de pasos no autorizados, transitando por propiedades cercanas hasta llegar a la Ruta 50, cerca del Puesto 28 de Julio de Gendarmería. En medio de zapatos, ropa, juguetes y otros artículos, en varias ocasiones se han encontrado sustancias como la cocaína. El régimen simplificado tiene como objetivo regularizar el ingreso de bienes legales y prevenir el tráfico de drogas.
Por esta razón, se hace hincapié en convencer a los bagayeros para que se inscriban en el régimen que mejoraría sus condiciones laborales y garantizaría su protección.
El enfrentamiento entre los cargadores de hojas de coca y los gendarmes, que resultó en una víctima mortal y varios heridos el miércoles 17, expuso nuevamente la fractura, con 51 kilos de cocaína ocultos en los fardos.