Milei define su discurso en Olivos: reformas, inseguridad y el fantasma del escándalo cripto
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El presidente anunciará reformas en seguridad, migraciones y justicia, mientras la intervención a Buenos Aires y la nueva Ley de Medios generan ruido interno. El llamado de Macri a Larreta y qué pasará con Lijo en la Corte
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El Presidente termina de definir y escribir en la Quinta de Olivos los detalles del discurso sobre el Estado de la Nación que dará a las 21.00. Serán 35 a 40 minutos que no registrarán la furia de su primer discurso el 1 de marzo del año pasado, cuando terminó llamando a un gran acuerdo nacional después de cuestionamientos feroces a opositores, gobernadores, sindicalismo y medios de comunicación.
Javier Milei sabe que esta vez, en el Congreso, ni siquiera podrá mirar a los ojos a aquellos con los que le gustaría confrontar. En su segunda Apertura de Sesiones Ordinarias, casi toda la oposición política no estará en el recinto. No habrá con quién pelear. Y la realidad a su alrededor es completamente distinta: esta vez tendrá a su favor un año de gestión con buenas noticias sobre inflación y macroeconomía, buscará dar certezas de crecimiento, y se sentirá en condiciones de promover agendas de cambios culturales y estructurales. Pero la realidad es distinta este año también por otras razones más oscuras: avanzó con un pliegue institucional sobre una decisión muy polémica como designar jueces de la Corte en comisión por decreto y tiene al acecho revelaciones que no terminarán sobre el criptogate.
Qué dirá Milei
Ya te contamos hace poco sobre la reforma en Migraciones que se estaba gestando en la Casa Rosada. Es muy posible que ese tema forme parte del discurso presidencial. También podría hablar de reformas del Código Penal y del Código Procesal Penal, dos objetivos que se vienen intentando sin éxito en todos los gobiernos desde el kirchnerismo. Todo como parte de una agenda vinculada a la inseguridad, que será una parte trascendente del discurso.

El desempeño de Patricia Bullrich le da seguridad al Presidente y lo usará. Pero aún así hay operadores del Gobierno que sufrían en soledad la decisión de atacar a Axel Kicillof usando un límite tan exótico como la intervención de la provincia. Fue una decisión que Milei tomó mirando por televisión al Gobernador en su conferencia de prensa en la que le pedía a Nación que se sentara a armar una mesa de coordinación con Buenos Aires. En Santa Fe, esa confluencia se dio naturalmente con el objetivo de combatir la criminalidad narco. En el caso de Buenos Aires, la respuesta oficial fue pedirle que renuncie para intervenir la provincia. A algunos armadores libertarios les da escalofríos meterse en ese pantano. Cualquiera sabe que la inseguridad puede producir daños no sólo en el territorio donde sucede. Por ahora, les funciona.
Después de un repaso por el primer año de gestión y los resultados económicos, es posible -aunque no seguro- que promueva una reforma del Código Civil, renovado hace poco en un proceso que encabezó Ricardo Lorenzetti, el juez de la Corte que logró tener vínculo con Javier Milei y que fue el ideólogo del ingreso de Lijo al máximo tribunal. Parece que no sabe Lorenzetti que en las usinas del Gobierno están escribiendo cambios a su código. Picardías de la política. “Fue una reforma progresista. Nosotros no lo somos”, dicen en el primer piso de la Rosada. Este es el código que les permitiría escribir reglas impensadas de un cambio cultural. ¿Lo anunciará Milei? ¿Podría prosperar? Difícil que suceda.
Hay temarios todavía más insólitos como una nueva ley de Medios que se está bocetando. Por ahora más como una amenaza latente que como un proyecto en concreto. Saben en la cúpula del poder que este año pueden anunciar cualquier proyecto porque ninguno prosperará en la Legislatura en un año electoral.