La oposición logró quórum para debatir el caso $Libra en la Cámara de Diputados

La oposición en Diputados logró reunir con lo justo el quorum para abrir hoy el recinto con la intención de acorralar al presidente Javier Milei por el caso $LIBRA. Se espera una sesión de alrededor de cuatro horas, en la que se buscará impulsar el debate de proyectos que apuntan a interpelar tanto al jefe del Estado como a su hermana Karina Milei, pedir informes al Poder Ejecutivo y activar una comisión investigadora por el criptogate.
Ninguno de estos proyectos tiene dictamen de comisión, lo que aleja sus chances de aprobación. La oposición necesitará dos tercios de los votos de los presentes -unos 190 diputados si el recinto está completo- para darles media sanción. Lo más probable es que solo consigan forzar a las comisiones a abrir el debate. Si los proyectos logran despacho, bastará con una mayoría simple para aprobarlos en la Cámara.
La sesión especial, que comenzó cerca de las 12.20 con 130 diputados presentes, fue impulsada por los radicales de Democracia -alineados con Facundo Manes y el senador Martín Lousteau-, parte de Encuentro Federal y Álvaro González (Pro). Unión por la Patria (UP) se mantuvo en las sombras, consciente de que su presencia podía alejar apoyos clave, pero dispuesta a sentarse en sus bancas: contribuyó con más de 90 diputados.
Se sumaron los bonaerenses Fabio Quetglas y Karina Banfi, de la UCR, y el radical santafecino Mario Barletta, de Unidos. El resto del bloque conducido por Rodrigo de Loredo prefirió no aportar voluntades para abrir el recinto, aunque luego se sumaron al debate en mayoría.
Estuvieron presentes los seis legisladores de la Coalición Cívica, los cinco de la Izquierda, los tres del Movimiento de Integración y Desarollo (MID) de Oscar Zago. También lo hizo la exoficialista, Lourdes Arrieta.
El oficialismo recurrió a su manual de supervivencia para evitar un revés. Se apoyó en sus aliados habituales, así como en los gobernadores, que buscan mantener abiertas las negociaciones con la Casa Rosada para asegurar recursos para sus provincias. La estrategia dio resultados: casi todo el Pro y el radicalismo se ausentó. También los legisladores referenciados con los mandatarios provinciales macristas Ignacio Torres (Chubut) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos); los peronistas no kirchneristas Martín Llaryora (Córdoba), Marcelo Orrego (San Juan), Gustavo Sáenz (Salta), Rolando Figueroa (Neuquén), Hugo Passalacqua (Misiones) y Alberto Weretilneck (Río Negro), Osvaldo Jaldo (Tucumán); y los radicales Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Alfredo Cornejo (Mendoza), Carlos Sadir (Jujuy), Leandro Zdero (Chaco) y Gustavo Valdés (Corrientes).
El martes, en pleno conteo de voluntades para alcanzar los 129 diputados necesarios, se decidió ampliar el temario con un proyecto de ley para declarar la emergencia ambiental, económica y habitacional en Bahía Blanca y otras regiones afectadas. La iniciativa, impulsada Victoria Tolosa Paz (UP), cuenta con el respaldo de casi todos los bloques, salvo el oficialismo, y propone destinar una partida extraordinaria del presupuesto “para intervenir y asistir inmediatamente en la reconstrucción de infraestructura y la recuperación de las actividades económicas, sanitarias, educativas y sociales”.
La estrategia tuvo éxito. Forzó el quorum y acorraló a los libertarios, que en plena reunión de labor parlamentaria definieron presentar su propio proyecto de emergencia, de la mano del bonaerense José Luis Espert, que especifica que la partida extraordinaria deberá ser destinada a través de la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes, a cargo de Daniel Scioli.
El inicio de la sesión significó un golpe para el oficialismo, aunque no será letal. Sin embargo, marcará un primer paso para poner en aprietos a los presidentes de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Peticiones, Poderes y Reglamento, en manos del libertario Nicolás Mayoraz y la macrista Silvia Lospennato. La presión busca obligarlos a abrir el debate en comisión, con tres caminos posibles: interpelar a funcionarios del Ejecutivo, pedir informes o crear una comisión investigadora. Si se habilita el debate, el caso $LIBRA volverá al centro de la agenda y el oficialismo sumará otra crisis.