22 abril, 2025

Bullying, el origen del problema: ¿La casa, la escuela o la sociedad?

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Julieta Schicciarini, Directora de Acompañamiento Integral Educativo, dialogó con con Provincia Multimedios y brindó una mirada profunda sobre el bullying, su conceptualización, sus causas y cómo debe ser abordado desde las escuelas, las familias y la sociedad en general.

¿Qué es realmente el bullying?

“La palabra ‘bullying’ se empezó a utilizar mucho, pero no siempre se aplica de manera correcta. Me gusta partir del significado: ‘bull’ viene del inglés y significa ‘toro’, y al sumarle el sufijo ‘ing’, lo convierte en una acción, algo así como ‘torear’. Es una acción negativa, repetida y sostenida en el tiempo, que se da entre pares en edad escolar. Aunque deberían ser relaciones entre iguales, se vuelve jerárquica por sentimientos de superioridad o inferioridad”, explicó Schicciarini.

Según detalló, el bullying puede manifestarse de forma física, verbal o incluso a través de la destrucción emocional del otro, y siempre tiene la intención de dañar. “El alumno que ejerce bullying sabe que está lastimando”, afirmó.

El origen del problema

Muchas veces se tiende a pensar que el origen está en la familia. “Es una posibilidad. Hay factores emocionales que impactan tanto en quien sufre como en quien ejerce violencia. También hay una realidad: estamos atravesando una crisis familiar. Las familias están fragmentadas, los chicos están muy solos y a veces confundimos escuela con educación. La escuela es un espacio de socialización, pero el primer lugar educativo es el hogar, donde se aprenden valores como el respeto y la empatía”, sostuvo.

También advirtió sobre el rol de los medios, el entorno y las redes sociales. “Hoy en día los chicos consumen contenidos en redes que muchas veces tienen más peso que lo que se enseña en la escuela. Eso hay que tenerlo en cuenta. Es una responsabilidad compartida”, señaló.

El rol del espectador y la respuesta institucional

Schicciarini hizo énfasis en que el bullying también requiere de un grupo que lo sostenga. “Los espectadores que no hacen nada, también están sosteniéndolo. Por eso es clave fortalecer las herramientas institucionales. Nosotros capacitamos constantemente a los docentes y directivos. También están las Guías Federales de Orientación, que permiten prevenir, detectar y actuar a tiempo”, explicó.

Empatía, límites y sobreprotección

Durante la charla, también se abordó una preocupación frecuente entre madres y padres: cómo evitar la sobreprotección. “A veces por cuidar demasiado, generamos chicos que se sienten heridos por cualquier cosa. Es un equilibrio delicado. El límite entre cuidar y sobreproteger es personal. Hay que observar las conductas de nuestros hijos y pensar: ¿qué efecto están teniendo nuestros cuidados?”.

Además, remarcó que valores como la empatía no son innatos, sino que se enseñan. “No se puede pedir a un niño que sea empático si nunca vio a un adulto practicar empatía. Se aprende por ejemplo, no solo por palabras”.

Escuchar, observar, acompañar

“Hay señales a las que hay que estar atentos: cambios de conducta, alteraciones del sueño, bajo rendimiento escolar, irritabilidad. Muchas veces los chicos vuelven del colegio y no los miramos. Hay que observar, conversar, generar ese momento de conexión”, concluyó.

Para Schicciarini, el abordaje debe ser integral, involucrando escuela, familia y comunidad. “El bullying no se soluciona solo con sanciones. Hay que formar, reparar, sanar. Y para eso, necesitamos volver a tejer esa alianza entre familia y escuela”.

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