Intensas lluvias en Bolivia dejan 58 muertos y miles de familias afectadas

Bolivia enfrenta una de las peores crisis climáticas de su historia reciente. Desde noviembre de 2024, lluvias inusualmente intensas, las más severas en cuatro décadas, han dejado 58 muertes confirmadas y al menos 10 desaparecidos y han afectado a 859.775 familias, según cifras oficiales del Gobierno.
La catástrofe, atribuida tanto al cambio climático global como a la degradación ambiental interna, ha dejado a 277 municipios en emergencia y arrasado 133.898 hectáreas de cultivos en todo el territorio nacional.
Los departamentos más golpeados incluyen La Paz (Oeste), Chuquisaca (sur), Cochabamba (centro), Santa Cruz (este) y Potosí (noreste), donde decenas de comunidades rurales han quedado aisladas. La pérdida de infraestructura básica, con puentes colapsados, caminos anegados y viviendas destruidas, ha agudizado la crisis humanitaria en zonas de difícil acceso.
El pasado 26 de marzo Bolicia declaró la emergencia nacional para agilizar la movilización de ayuda internacional con el estatal Servicio Nacional de Hidrología y Meteorología (Senamhi), advirtiendo sobre el riesgo de desbordes de ríos en más de 200 municipios en ocho de nueve departamentos.