El Día Grande de Jujuy o Batalla de León fue una acción guerrera llevada a cabo por habitantes de la Provincia de Jujuy, durante la Guerra de Independencia de la Argentina, contra los realistas fieles al rey de España.
Corría el año 1821 y Jujuy estaba envuelta en conflictos internos, situación que los realistas aprovecharon para intentar establecer dominio sobre el Norte argentino, invadiendo el territorio por la Quebrada de Humahuaca al mando del brigadier Pedro Antonio Olañeta con 2.500 soldados.
La vanguardia realista continuó la marcha bajo el mando del coronel Guillermo Marquiegui, llegando a la ciudad de San Salvador de Jujuy y permaneciendo sólo tres días en ella, puesto que la abierta hostilidad de sus habitantes los hizo temer ser cercados, por lo que decidieron retroceder hasta la margen del río León, a la espera de Olañeta y sus hombres.
Ante esta situación y viendo la indecisión del gobierno de Salta para el envío de tropas, los patriotas jujeños decidieron por propia iniciativa reunir sus fuerzas, juntándose los gauchos de Perico, Los Alisos, El Carmen y Palpalá, llegando escasamente a los seiscientos hombres. El coronel José Ignacio Gorriti fue designado jefe de la partida, estableciendo su campamento a orillas del río Yala.
En la madrugada del 27 de abril cayeron sorpresivamente sobre el enemigo. El encarnizado combate duró más de un día, dando como resultado la completa victoria de las tropas jujeñas, que tomaron prisioneros y obtuvieron cabalgaduras y armas.
Enterado de este desastre, Olañeta intentó recuperar lo perdido, pero Gorriti le ordenó retirarse bajo la amenaza formal de fusilar a los jefes y oficiales tomados prisioneros.
Esta acción guerrera mereció el título de “Día Grande de Jujuy”, debido a que los hombres jujeños, impulsados por el amor a la libertad e independencia de la Patria, llevaron a cabo una empresa que, por las circunstancias del momento, los mostraba en manifiesta inferioridad de condiciones, haciendo del 27 de abril la verdadera y Magna Fiesta Cívica de los jujeños.