El científico argentino e investigador del Conicet, Pablo García Borboroglu, ganó el Premio Indianápolis de Conservación, de los Estados Unidos, por salvar pingüinos en la Patagonia.
Lo hizo con tanto éxito que García Borboroglu es el primer latinoamericano en ganar el premio que se considera como el “Nobel” de la conservación. Fue elegido entre 6 finalistas del prestigioso “Premio de Indianápolis”, que organiza el zoológico de la ciudad de los Estados Unidos y que se creó en 2006.
El jurado tuvo en cuenta que el biólogo, investigador del Conicet del Centro Nacional Patagónico (CENPAT) en Puerto Madryn, combinó los resultados de los estudios científicos para que se implementen y promuevan medidas de protección sobre las poblaciones de pingüinos.
“El doctor Pablo Borboroglu es responsable de importantes logros en la comprensión del comportamiento y la ecología de los pingüinos. Ha preservado millones de hectáreas de hábitat crítico para los pingüinos, lo que constituye un logro asombroso”, explicó Rob Shumaker, presidente y Director General de la Indianapolis Zoological Society, que otorga el galardón.
“Es una voz poderosa, optimista y experta para la conservación de los animales y es extremadamente merecedor del Premio Indianápolis de este año”, agregó en un comunicado.
El científico es cofundador y copresidente del Grupo de Especialistas en Pingüinos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que ayuda a evaluar el estado de conservación de los pingüinos y a promover medidas internacionales para su conservación.
Desempeñó un papel decisivo en la creación de áreas silvestres protegidas en la Argentina y en la aplicación de estrategias de conservación en varios países. Fundó la Global Penguin Society, una organización sin fines de lucro que recibe apoyo de National Geographic y Disney, entre otras.
Una de las acciones destacadas fue su liderazgo para el proceso de creación de la mayor reserva de biósfera de la Argentina, que se llama Patagonia Azul, que tiene 3.100.000 hectáreas en Chubut. Es decir que tiene una dimensión semejante al territorio de Bélgica o a la provincia de Misiones.
El científico ha salvado a muchos, y ha contribuido a que las poblaciones de algunas especies se recuperen. Sin embargo, le preocupa la situación global de los animales.