María Inés Zigarán, jefa de la cartera ambiental, llegó al CAFAJu para conocer los detalles del estado sanitario de la cría de puma y el destino del ejemplar.
La ministra María Inés Zigarán visitó el CAFAJu, área dependiente de su cartera, para conocer los detalles del estado sanitario de la cría de puma que se encuentra en el centro desde el mes de mayo. El secretario de Biodiversidad y Desarrollo Sustentable, Miguel Martínez y el biólogo Eduardo Vargas le informaron que se encuentra en óptimas condiciones y le brindaron un informe sobre el destino del ejemplar.
“La pumita fue encontrada por una familia en Abra Pampa. La llevaron a su casa y convivió con ellos durante alrededor de tres meses. El 2 de mayo, un técnico de nuestro Centro de Atención a la Fauna Autóctona (CAFAJu) fue a retirarla. En la evaluación que hicieron los técnicos indicaron que presenta un alto grado de troquelado, es decir comportamiento no natural muy probablemente debido al tiempo que pasó en compañía de seres humanos y animales domésticos, lo que dificulta su reinserción en el hábitat natural. Por otro lado, al haberse separado de su madre tan tempranamente las posibilidades de que regrese a su hábitat son muy bajas o nulas ya que no está apta para cazar y conseguir alimento por sí misma”, explicó la ministra.
Ante esta situación, se buscaron alternativas para darle calidad de vida ya que este tipo de animales vive en cautiverio alrededor de 20 años y se requieren recintos grandes para su bienestar, como mínimo unos 50 metros cuadrados.
Desde el Ministerio se evaluó como lo más adecuado llevarla a un lugar que cumpla con los estándares de bienestar que merece y pueda recibirla, así coordinaron con el referente de la Fundación Tekove Mymba, Juan Manuel Paccot, que maneja un santuario de animales en la provincia de Entre Ríos quien indicó que había posibilidades de recibirla e iniciaron las gestiones administrativas para la derivación y traslado del animal.
“La Fundación Tekove Mymba tiene el primer santuario animal del continente latinoamericano con una extensión de 1200 hectáreas ideales para que las especies que pasaron gran parte de su vida en situación de cautiverio, continúen en un hábitat natural similar al de su origen, confiamos en la adaptación y la recuperación de prácticas de la especie de la pumita que llevamos”, expresó la jefa de la cartera, María Inés Zigarán.