Cada 20 de julio en la Argentina se celebra el Día del Amigo, fecha que no pasa desapercibida en territorio nacional. Es que desde que fue instalada, allá por 1972, los argentinos y argentinas le rinden homenaje con mucho entusiasmo.
Fue el argentino, Enrique Ernesto Febbraro, un odontólogo, psicólogo, escritor, profesor y músico, nacido en la ciudad de Buenos Aires, a quien se le ocurrió instalar un día para celebrar la amistad.
Para ello, nos remontamos a 1969, cuando los televisores en blanco y negro mostraban las primeras imágenes del Apolo XI y a los astronautas caminando sobre suelo lunar. Así fue que Febbraro desde su domicilio ubicado, en Lomas de Zamora, pegado a la pantalla alucinado por el hecho histórico que veían sus ojos, tuvo la idea de promover el 20 de julio como el Día del Amigo, ya que el alunizaje del módulo era un gesto de amistad desde la humanidad hacía el universo. Por tal motivo, mandó mil postales a todas partes del mundo.
Como era socio del Rotary Club, tuvo mayor facilidad a la hora de difundir su idea mundialmente. Probablemente, de no pertenecer a esta entidad social, no le hubiera resultado sencillo llegar a tantos destinatarios del resto del mundo. Lo cierto es que le contestaron 700 personas, a quienes les pareció una excelente idea. De ahí en adelante, en Argentina, comenzó a celebrarse el Día del amigo todos los 20 de julio.
En 1972, patentó su idea en el registro de la propiedad intelectual, que luego donaría al Rotary Club, del que era miembro.
Febbraro falleció el 4 de noviembre de 2008. En Lomas de Zamora fue declarado vecino ilustre y gracias a él ese partido fue declarado formalmente Capital Provincial de la Amistad. Sin dudas, su aporte fue esencial para que valores como el compañerismo y la compañía sigan teniendo una fecha que los resalte.