Después de tres horas y 13 minutos de juego y sin terminar el segundo set, el tenista alemán Alexander Zverev se dobló el tobillo derecho al ir a buscar una pelota, cayó al suelo con gritos de dolor y fue llevado a los vestuarios llorando y en silla de ruedas.
Algunos minutos después, el alemán volvió a la cancha central Philippe Chatrier con muletas -y el tobillo muy infamado- para avisar que no podía seguir y saludar a su rival, Rafael Nadal, quien se llevó el triunfo por el retiro de su rival (7-6, 6-6) y alcanzó a una nueva final en el Grand Slam francés.
Nadal, quinto en el ranking mundial de la ATP, se preocupó en todo momento por Zverev (3) y lamentó pasar de ronda de esa forma, ya que ambos top ten estaban brindando un gran espectáculo deportivo. La otra semifinal se jugará a continuación entre el noruego Casper Ruud (8) y el croata Marin Cilic (23).
“Rafa” Nadal, quién este viernes está cumpliendo 36 años, conquistó este 2022 el Abierto de Australia, eso le permitió alcanzar la cifra de 21 Grand Slam y superar al serbio Novak Djokovic y al suizo Roger Federer, ambos con 20, y en París puede aumentar esa ventaja.
El tenista nacido en Mallorca, acosado por los problemas físicos durante la etapa final de su carrera, se instaló entre los cuatro mejores de Roland Garros -en donde días trás estuvo jugando Gabriela Sabatini el Torneo de las Leyendas- tras haber dejado en el camino al australiano Jordan Thompson (82), al francés Corentin Moutet (139), al neerlandés Botic Van De Zandschulp (29), al canadiense Félix Auger Aliassime (9) y a Djokovic (1) en una verdadera batalla.
Zverev había llegado a semifinales con triunfos sobre el austríaco Sebastián Ofner (219), el argentino Sebastián Báez (36), el estadounidense Brandon Nakashima (74) y los españoles Bernabé Zapata (131) y Carlos Alcaraz (6).
Lo que dijo Nada tras el partido
“Estoy muy triste por él. Estaba jugando un partido increíble. Y estaba luchando por su primer Grand Slam. Ha tenido mucha mala suerte. Pero estoy seguro de que se recuperará y ganará más que uno”, soltó Nadal tras el partido que terminó por 7-6 (8), 6-6 y abandono.
“Estar en otra final de Roland Garros es un sueño, pero al mismo tiempo, que el partido se termine así…”, lamentó Nadal. “Verlo llorar es un momento muy duro. Le deseo todo lo mejor”.
Rafael Nadal