Desde 1949, el 4 de septiembre se celebra el Día Nacional del Inmigrante. Esta fecha fue establecida por el Decreto N.º 21.430, durante la presidencia de Juan Domingo Perón, en conmemoración al día en que, en 1812, el Primer Triunvirato firmó el primer decreto fomentando la acogida en nuestro país “a los individuos de todas las naciones y a sus familias que deseen fijar su domicilio en el territorio”. En este día se honra el aporte histórico y cultural que las y los inmigrantes tuvieron y tienen en la Argentina.
La Constitución de 1853 ya hacía referencia a “todos los habitantes del mundo que quieran habitar el suelo argentino”, y casi un siglo después se fijó el Decreto N.º 21.430 garantizó “la acogida a los individuos de todas las naciones y a sus familias que deseen fijar su domicilio en el territorio”. En medio de la gran ola de inmigración europea llegó a haber un tercio de población extranjera, y la herencia de aquellos tiempos sigue presente a lo largo y lo ancho del país.
En la actualidad, la inmigración sigue siendo una parte vital de la identidad argentina. Según el Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2022 de las Naciones Unidas, aproximadamente 2,28 millones de personas residen en Argentina como migrantes internacionales.
Los países de origen de estos migrantes son diversos y abarcan América del Sur y otras partes del mundo. Los cinco principales países de origen de los inmigrantes en Argentina son Paraguay, Bolivia, Chile, Perú y Venezuela. Sin embargo, la diversidad continúa, con migrantes provenientes de países tan lejanos como Italia, España, Brasil, China y muchos otros lugares.