Durante la mañana de este miércoles en Marsella, varios integrales del equipo argentino fueron parte de un test que está dentro de las normas de World Rugby
Los Pumas están a 72 horas de protagonizar un partido clave para su futuro en el Mundial de rugby que se disputa en Francia. El próximo sábado, desde las 12, el seleccionado se enfrentará contra Gales por los cuartos de final del torneo. Tras el triunfo contra Japón en Nantes (39-27), el plantel viajó a Marsella, sede del cruce contra los europeos, y recibió una sorpresiva visita.
“El control de dopaje implica que un oficial de control de dopaje capacitado efectúe la recolección de una muestra de sangre u orina de un jugador. Frecuentemente, ambos tipos de muestras se recogen en el mismo control. A veces se lo denomina ‘test de drogas’. Los jugadores y los equipos nunca reciben un aviso anticipado de un control. Se le puede pedir a usted que se someta a un control en cualquier momento y en cualquier lugar (como por ejemplo en su casa, lugar donde pasa la noche u hotel) y las muestras se analizan para una amplia gama de sustancias de dopaje. Es una oportunidad para demostrar que está compitiendo limpiamente y también es uno de los métodos más eficaces para detectar a los que están haciendo trampa”, indica WR en su explicación sobre la campaña.