¿Tu gato se hace sus ‘cosas’ fuera de la bandeja? ¿Te mira con cara de pocos amigos? ¿Huye de ti cuando te acercas con el cortaúñas? ¿De repente sientes ya no te adora tanto? Es posible que estés haciendo cosas que odia y que ello esté generando problemas de comportamiento. Y muy probablemente, no seas consciente de ello. Y es que estos pequeños animales ‘domésticos’ son muy especiales y hay muchas cosas que les alteran.
“Los gatos son neofóbicos por naturaleza, rechazan las cosas desconocidas, porque esto facilita su supervivencia cuando viven en la calle. En los hogares siguen manteniendo este patrón de comportamiento, por lo que suelen odiar todo aquello que les resulta nuevo”, explica Celia Alesanco (@lucca.laloca), autora del libro ‘Gatos: manual de instrucciones’, que próximamente estará a la venta.
Eso sí, hay que tener en cuenta que cada animal es distinto de otro y que “dependiendo de cómo haya sido su sociabilización durante las primeras semanas y meses de vida aceptará mejor o peor ciertas cosas”, señala Celia Alesanco.
Por tanto, si quieres llevarte bien con tu gato, ten en cuenta estas 10 cosas que pueden odiar.
Que le mires fijamente
Lo sabemos. Adoras a tu gato. Y te encanta mirar directamente a esos ojos tan redondos y expresivos que tiene. Pero a tu mascota no le resulta tan agradable la intensidad de tu mirada. Aunque él también te adore, en su mundo unos ojos clavados en él pueden significar una amenaza para su supervivencia, ya que se asemeja al comportamiento de un depredador. Si le miras, entrecierra los ojos, porque eso le relajará.
Los transportines transparentes
Hay muchos tipos de transportines y “tu gato no se sentirá seguro si es transparente, ya que eso le hará vulnerable”, señala Mónica, veterinaria de la Clínica Espartales, en Alcalá de Henares, y le causará mucho más estrés cuando tengas que trasladarlo al veterinario o a la casa del pueblo. Lo mejor es que optes por un transportín rígido y que lo cubras con una manta o tela protectora (además, garantiza una mayor seguridad) para que se sienta más confortable.
Que reutilices la comida
Por ejemplo, que uses la lata abierta que guardabas en la nevera o que mezcles el pienso con comida húmeda o no limpies su comedero. Los gatos, como sabes, son muy limpios y a ellos les gusta la comida recién puesta. Es por ello que algunos felinos no son muy amigos de algunos comederos automáticos que acumulan el pienso en el cuenco. Si los usas, programa para que caiga solo lo que comen.
Encontrarse la bandeja sucia
Sabemos que puedes andar mal de tiempo o que se te ha pasado limpiar su bandeja antes de salir pitando al trabajo. Pero piensa en lo mal que se sentirá tu mascota y ponte un post-it en la puerta para que no se te vuelva a pasar. Los gatos tienen un agudo sentido del olfato, y una bandeja sucia puede causarles estrés o malestar. Esto puede hacer que te encuentres un ‘regalito’ en el lugar más inesperado de la casa.
Que pongas flores olorosas o que uses arena perfumada
Quizá a algunos gatos les guste, pero a la mayoría no, ya que no suelen ser muy amigos de los olores muy fuertes, puesto que tienen un sentido del olfato muy desarrollado. Tampoco les gusta el olor a lejía, los ambientadores o, incluso, la arena perfumada.
Que lo bañes
A los gatos no les suele gustar el agua, por lo que no te extrañe que se enfade contigo si intentas bañarle porque te apetece que huela a ‘limpio’. Es mejor que optes por el cepillado regular y el uso de productos aptos para gatos. Esto, además, les proporcionará bienestar y salud.
Que cierres las puertas
Es probable que te apetezca tener algunas zonas de la casa libres de pelos de gato, sobre todo, si van a venir visitas y quieres que la cama esté bien limpia. Pero a tu gato esto no le va a gustar nada. De hecho, se va a sentir muy incómodo si ve puertas cerradas y, sin duda, te lo hará notar. Recuerda que son animales curiosos y territoriales. Además que les gusta estar con sus dueños. Limitar el espacio hará que se sienta ansioso.
Ponerle un cascabel
El collar lo lleva mal, pero peor será si le pones un cascabel. Este accesorio, que a ti te puede valer para saber dónde está, a él le va a resultar muy violento, puesto que los felinos son animales sigilosos por naturaleza, ya que de este mecanismo se sirven para capturar a sus presas. Además, le resultará molesto debido a su agudeza auditiva, razón por la que tampoco les gustan los ruidos fuertes y se esconde si pasas el aspirador.
Que le cortes las uñas
¿Ya lo habrás notado, verdad? De hecho, en las redes sociales podrás encontrar muchos vídeos cortos con trucos para cortarles las uñas a tu gato sin que te saque un ojo con ellas. Lo ideal para que no se estrese es tener paciencia y cortarle de poco en poco. Por ejemplo, “si está relajado a tu lado en el sofá, córtale una o dos. No abuses porque le traumatizarás”, alerta la veterinaria Isabel Tortajada de la Clínica Veterinaria Villalbilla, y huirá en cuanto te vea con el cortaúñas.
Que le achuches demasiado
A ti te encanta, pero a él no. Al menos, no siempre. En otro momento, te lo pedirá, se acurrucará, dormirá encima de ti y se frotará para demostrarte lo mucho que te quiere. Como sabes, los gatos eligen. Ellos quieren tener el poder de decidir cuándo es el momento de arrumacos y cuando no. Igual tu mascota no se enoja gravemente si no dejas de darle besos, pero si miras su cara seguro que será un poema.
Que cambies los muebles o que te lo lleves de viaje
Como decíamos, los gatos son animales muy territoriales y se sienten cómodos en su sitio, que dominan a la perfección. Trasladarles les puede provocar estrés. Incluso los pequeños cambios les ponen nerviosos. Por ejemplo, cambiar de lugar su zona de comer o la bandeja higiénica.