Las obsesiones y compulsiones pueden comenzar lentamente y desaparecer por un tiempo.
El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es un trastorno duradero en el cual una persona experimenta pensamientos incontrolables y recurrentes (obsesiones), participa en conductas repetitivas (compulsiones) o ambas cosas, define el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos.
Cuáles son las causas del TOC
Los especialistas desconocen la causa exacta del TOC. Aun así, se cree que algunos factores podrían influir. Entre ellos: lesiones en la cabeza, infecciones y antecedentes familiares, apunta MedlinePlus, un servicio informativo de la Biblioteca Nacional de Medicina (NLM, por sus siglas en inglés) estadounidense.
Cuáles son los síntomas de TOC
Las personas con TOC pueden tener obsesiones, compulsiones o ambas.
Las obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes mentales repetitivos que causan ansiedad. Entre las más comunes, el NIMH menciona:
- Miedo a los gérmenes o a la contaminación.
- Temor a olvidar o perder algo.
- Miedo a perder el control sobre el propio comportamiento.
- Pensamientos agresivos hacia los demás o hacia uno mismo.
- Pensamientos no deseados, prohibidos o tabú relacionados con el sexo o la religión.
- Necesidad de tener las cosas simétricas o en perfecto orden.
También existen las compulsiones, que son comportamientos repetitivos que a menudo responden a una obsesión. Las personas suelen llevar adelante acciones como:
- Lavar sus manos excesivamente.
- Ordenar los objetos de una forma determinada y precisa.
- Comprobar repetidamente cosas, como que la puerta está cerrada o que el horno está apagado.
- Contar compulsivamente.
- Rezar o repetir palabras en silencio.
“Con frecuencia la persona se comporta de cierta manera para librarse de los pensamientos obsesivos, pero esto solo brinda alivio a corto plazo. No llevar a cabo los rituales obsesivos puede causar una enorme ansiedad y sufrimiento”, asegura MedlinePlus.
¿Todos los pensamientos repetidos son obsesiones?
No todos los pensamientos repetidos son obsesiones, ni todos los rituales o hábitos son compulsiones. Según la NLM, existen algunas pautas que caracterizan a la persona con TOC.
Por ejemplo, el individuo que tiene esta condición no es capaz de controlar sus pensamientos o comportamientos (incluso cuando entiende que son excesivos) y dedica al menos una hora del día a estas obsesiones y compulsiones.
Sumado a eso, no obtiene placer de realizar tales acciones, solo puede sentir un breve alivio de la ansiedad. Además, los pensamientos o rituales pueden provocarle problemas en la vida cotidiana.
Conforme al NIMH, los síntomas del TOC pueden comenzar lentamente y desaparecer por un tiempo o empeorar a medida que pasa el tiempo. Así como cambiar. Sin embargo, suelen empeorar en momentos de estrés.
Debido a que los signos del TOC pueden volverse graves e interferir con la vida diaria, el instituto estadounidense sugiere, en caso de considerar que una persona pueda tener este trastorno, consultar con un profesional.