Ambos conceptos pueden confundirse. Sin embargo, no todas las personas que viven con VIH tienen sida.
De acuerdo con información del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSida) de 2021, 38.4 millones de personas en el mundo viven con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Sin embargo, más de 5 millones no están al tanto de esa situación. ¿Qué es el VIH y cómo se diferencia del sida?
¿Qué es el VIH?
El virus de inmunodeficiencia humana (VIH), es un retrovirus que infecta las células del sistema inmunitario humano, de manera que destruye o daña su función, lo que se traduce en la inmunodeficiencia, advierte en su sitio web el programa ONUSida.
“Las personas con inmunodeficiencia son mucho más vulnerables a un amplio número de infecciones y cánceres, la mayoría de los cuales son raros entre personas sin esta condición. Las enfermedades asociadas a una inmunodeficiencia grave se consideran infecciones oportunistas, puesto que se aprovechan de un sistema inmunitario debilitado”.
¿Qué es el sida?
Por otra parte, el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) define la serie de síntomas e infecciones que van asociados a la deficiencia adquirida del sistema inmunitario. Específicamente, la infección por el VIH se considera la causa subyacente al sida.
¿Cuál es la diferencia entre el VIH y el sida?
“El VIH es el virus que afecta al sistema de defensas del organismo el cual, una vez debilitado por el VIH, permite la aparición de enfermedades. Esta etapa más avanzada es la que se denomina sida”, diferencia la Guía para comunicadores sobre VIH/sida de la Iniciativa de Medios Latinoamericanos sobre el Sida (IMLAS) coordinada por la Fundación Huésped publicada en 2012.
Es decir que no todas las personas que viven con VIH alcanzan esta última etapa, pero todas las personas a las que se les desarrolla el sida, viven con VIH.
Por otra parte, la guía señala que el período de tiempo que tarda el VIH en convertirse en sida varía según cada persona y depende en gran medida de que tome o no medicación: “Generalmente, las personas a las que se les administran tratamientos con drogas adecuadas y que toman correctamente los medicamentos evitan la progresión a desarrollar enfermedades”.