Cada vez falta menos para la gran final de la Copa Libertadores de América que se disputará el próximo sábado 4 de noviembre en el mítico estadio Maracaná de Río de Janeiro, donde Boca buscará la tan ansiada séptima copa ante Fluminense, que contará con la ventaja de ser local. Sin embargo, las autoridades locales tomaron una decisión que no será bien recibida por los hinchas.
Se espera que haya una “invasión” de hinchas de Boca, que se sumarán a los tantos miles locales. Por este motivo, y para evitar incidentes entre los mismos, el Alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, decretó “Ley Seca” en un amplio radio comprendido entre diversas calles y avenidas aledañas al estadio para el día de la final.
La medida fue publicada hoy en el Boletín Oficial y regirá desde las 00 horas del sábado 4 hasta las 06 horas del domingo 5. Es decir, afectará a toda la previa del encuentro y los festejos posteriores de quien se corone campeón de América.
En los fundamentos del decreto, Paes sostiene que la medida se dicta en consonancia con el Artículo 2 de la Ley General del Deporte, afirmando que es “de interés público mantener la seguridad en el deporte, el cual es un derecho fundamental de los espectadores”.
Las fuerzas policiales del estado de Río de Janeiro anunciaron un despliegue a partir del viernes por la seguridad debido a que -según las estimaciones- se esperan más de 100.000 hinchas de Boca de diversos lugares del mundo que viajarán a la ciudad brasileña para seguir de cerca la gran final, tengan o no entradas.
Esto último es algo que las autoridades de la ciudad brasileña ven con preocupación por posibles intentos de invasión, como también ocurrió en 2014 durante la Copa del Mundo celebrada en el país. Por lo tanto, la seguridad en el Maracaná y sus entradas también serán reforzadas.