“La gente aprende a trabajar por dinero… pero nunca aprende a tener dinero trabajando para ellos”, afirma Robert T. Kiyosaki.
¿Qué les enseñan los ricos a sus hijos acerca del dinero, que los pobres y la clase media no?
“Originalmente publiqué Padre rico, padre pobre por mi cuenta porque todos los editores con quienes me puse en contacto lo rechazaron. En algunas de las notas que me enviaron había comentarios como: ‘Usted no sabe de lo que está hablando’. Entonces descubrí que la mayoría de los editores se parecía menos a mi padre rico que a mi padre pobre”, escribe el empresario e inversor estadounidense Robert T. Kiyosaki en la reedición por los 25 años de su exitoso libro.
Pero, a pesar de todo, Kiyosaki persistió con sus ideas que, finalmente, lo llevaron a buen puerto. Padre rico, padre pobre se convirtió en bestseller número 1 en finanzas personales desde entonces, en parte gracias a las lecciones por las que tanto se lo criticó en un principio.
En esta nueva edición, el autor repasa controversiales lecciones como “los ricos no trabajan por dinero”, “los ahorradores son perdedores”, “tu casa no es un activo”, y las analiza desde la perspectiva que le dio este último cuarto de siglo, en el que “las cosas sólo han empeorado desde entonces”.
¿Qué les enseñan los ricos a sus hijos acerca del dinero, que los pobres y la clase media no? Esa es la pregunta a partir de la cual se estructura Padre rico, padre pobre. ¿Es necesario tener un ingreso elevado para hacerse rico? ¿Por qué no podemos contar con el sistema escolar para enseñar a los jóvenes sobre el dinero? Afirma Kiyosaki: “La gente aprende a trabajar por dinero…pero nunca aprende a tener dinero trabajando para ellos”.
25 años… Una gran ocasión y reflexiones en retrospectiva
Hace cinco años llegamos a un gran momento digno de celebrarse porque se cumplieron veinte años de la primera publicación de Padre rico, padre pobre. En esa ocasión escribí lo siguiente:
Los Beatles lanzaron el álbum Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band el 1 de junio de 1967. El disco se convirtió en un éxito inmediato entre los críticos y los medios comerciales. Se mantuvo veintisiete semanas en la cima de la lista de álbumes en el Reino Unido y quince semanas como número uno en Estados Unidos. La revista Time declaró que Sgt. Pepper’s marcaba “una divergencia histórica en el progreso de la música”. El álbum ganó cuatro Premios Grammy en 1968 y obtuvo el título de Álbum del Año: fue el primer disco en recibir tal honor.
Padre rico, padre pobre fue publicado hace veinte años, el 8 de abril de 1997, precisamente el día de mi cumpleaños número cincuenta. A diferencia de lo que sucedió en la historia de los Beatles que acabo de narrar, mi libro no tuvo éxito. De hecho, la lluvia de críticas que recibió tras su publicación fue justamente lo opuesto.
Originalmente publiqué Padre rico, padre pobre por mi cuenta porque todos los editores con quienes me puse en contacto lo rechazaron. En algunas de las notas que me enviaron había comentarios como: “Usted no sabe de lo que está hablando.” Entonces descubrí que la mayoría de los editores se parecía menos a mi padre rico que a mi padre pobre, quien tenía estudios a un nivel importante. De hecho, al igual que mi padre pobre, casi todos estaban en desacuerdo con las lecciones que me había impartido mi padre rico sobre el dinero…
Hoy, hace veinte años
Padre rico, padre pobre se publicó en 1997 como una advertencia, como un libro con lecciones sobre el futuro.
Veinte años después, millones de personas en todo el mundo están al tanto de las advertencias de mi padre rico respecto al futuro. Ahora que las ven en una retrospectiva 20/20, muchos dicen que sus lecciones fueron proféticas… que sus predicciones se volvieron realidad. Estas son algunas de ellas:
♦ Lección #1: “Los ricos no trabajan por dinero”.
Hace veinte años algunos editores rechazaron mi libro porque no estaban de acuerdo con la lección número uno de mi padre rico.
Hoy en día la gente está más consciente de la brecha creciente entre los ricos y todos los demás. Entre 1993 y 2010, más de 50 por ciento del incremento en el ingreso nacional en Estados Unidos quedó en manos del uno por ciento de la gente más adinerada. Las cosas sólo han empeorado desde entonces. Algunos economistas de la Universidad de California descubrieron que 95 por ciento de las ganancias por ingreso entre los años 2009 y 2012 también terminaron en manos del uno por ciento de la gente más adinerada.
La lección: los incrementos en los ingresos son para los empresarios y los inversionistas, no para los empleados… ni para la gente que trabaja por dinero.
Lección de Padre Rico: “Los ahorradores son perdedores”.
Hace veinte años la mayoría de los editores estuvo en vehemente desacuerdo con esta lección de padre rico. Para la gente pobre y de la clase media, “ahorrar dinero” es como dogma divino, creen que eso los salvará de la pobreza y los protegerá de la crueldad del mundo. Por esta razón, muchos piensan que llamar “perdedores” a los ahorradores es como jurar el nombre de Dios en vano.
La lección: una imagen vale más que mil palabras. Observa la gráfica de 120 años del Promedio industrial Dow Jones y verás cómo los ahorradores se convirtieron en perdedores.
La gráfica muestra que en los primeros diez años de este nuevo siglo, el mercado de valores tuvo tres colapsos descomunales. En la imagen se muestran esos tres colapsos.
La primera fue la caída dotcom que tuvo lugar alrededor del año 2000. La segunda y la tercera fueron las caídas del mercado inmobiliario en 2007, seguidas por la caída del sistema bancario en 2008.
La caída gigante de 1929
Al comparar las primeras tres caídas del siglo XXI con el gran colapso financiero de 1929, podemos darnos cuenta de cuán “grandes” han sido los tres primeros descalabros de este siglo.
Salvemos a los ricos
Entre 2000 y 2016, con el pretexto de salvar la economía, los bancos del mundo continuaron recortando las tasas de interés e imprimiendo dinero. Nuestros líderes quieren que creamos que estaban salvando al mundo, pero en realidad los ricos se estaban salvando a sí mismos mientras dejaban que a los pobres y a la clase media las atropellara un autobús.
Actualmente las tasas de interés están por debajo de cero en muchos países, y por eso los ahorradores son perdedores. Quienes más pierden hoy en día son los pobres y la clase media, es decir, la gente que trabaja para conseguir dinero y ahorrarlo.
La lección de Padre Rico: “Tu casa no es un activo”.
Hace veinte años, en 1997, todos los editores que me enviaron una nota de rechazo criticaron esta lección de padre rico: “Tu casa no es un activo.”
Diez años después, en 2007, cuando los prestatarios subprime dejaron de cumplir con sus pagos hipotecarios, la burbuja mundial de bienes raíces estalló, y millones de propietarios de casas descubrieron de muy mala manera la verdad de esta lección: que su casa no era “un activo”.