A pesar de su utilidad, muy pocas personas conocen su origen, relacionado a las antiguas embarcaciones y las rutinas de los marineros en cada uno de sus extensos viajes.
La palabra “carajo” es muy frecuente en la mayoría de los países de habla hispana, ya que se puede implementar en múltiples contextos, al mismo tiempo que ofrece un gran abanico de significados.
Si bien en muchas naciones han identificado como un insulto o una palabra de mal gusto, el “carajo” original se resume a una simple estructura de madera, un sector de los barcos antiguos, donde se enviaban a los marineros que cometían una falta.