El papa Francisco canonizará el 11 de febrero a la beata María Antonia de Paz y Figueroa, conocida como Mama Antula, que se convertirá en la primera santa argentina con una ceremonia en la Basílica de San Pedro.
María Antonia de San José, conocida popularmente como Mama Antula, fue una mujer nacida en Silipica, provincia de Santiago del Estero, en 1730. Se consagró como beata a los 15 años y se convertirá en la primera santa argentina con una ceremonia que se hará en la Basílica de San Pedro, situada en la Ciudad del Vaticano, el 11 de febrero de 2024.
La Agencia Informativa Católica de Argentina (AICA) destacó que “en los albores de la Patria -cuando aún el territorio formaba parte del virreinato del Perú- una mujer laica, vestida con ropa de varón (un hábito jesuita), puso en valor la dignidad femenina, en épocas en las que las mujeres vivían para ser madres o para ser monjas, no leían ni escribían y les estaba vedada toda actuación social independiente respecto de un hombre”.
”La futura santa desafió así las convenciones de la sociedad colonial y tuvo una influencia crucial y postrera en el clima independentista de mayo de 1810″, añadió la agencia católica.
A los 15 años, según se cuenta en la biografía “La mujer más rebelde de su tiempo”, desafió a su padre avisándole que no se casaría ni sería monja. Mama Antula -un diminutivo de Madre Antonia- es el nombre que le dio la población quechua, lengua que ella hablaba.
Qué milagros se le atribuyen a Mama Antula, la primera santa argentina
El papa Francisco canonizará el 11 de febrero a la beata María Antonia de Paz y Figueroa, conocida como Mama Antula, que se convertirá en la primera santa argentina con una ceremonia en la Basílica de San Pedro.
12 de enero 2024, 17:02hs
María Antonia de San José, conocida popularmente como Mama Antula, fue una mujer nacida en Silipica, provincia de Santiago del Estero, en 1730. Se consagró como beata a los 15 años y se convertirá en la primera santa argentina con una ceremonia que se hará en la Basílica de San Pedro, situada en la Ciudad del Vaticano, el 11 de febrero de 2024.
La Agencia Informativa Católica de Argentina (AICA) destacó que “en los albores de la Patria -cuando aún el territorio formaba parte del virreinato del Perú- una mujer laica, vestida con ropa de varón (un hábito jesuita), puso en valor la dignidad femenina, en épocas en las que las mujeres vivían para ser madres o para ser monjas, no leían ni escribían y les estaba vedada toda actuación social independiente respecto de un hombre”.
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”La futura santa desafió así las convenciones de la sociedad colonial y tuvo una influencia crucial y postrera en el clima independentista de mayo de 1810″, añadió la agencia católica.
A los 15 años, según se cuenta en la biografía “La mujer más rebelde de su tiempo”, desafió a su padre avisándole que no se casaría ni sería monja. Mama Antula -un diminutivo de Madre Antonia- es el nombre que le dio la población quechua, lengua que ella hablaba.
Desde muy joven y por 20 años colaboró con los jesuitas en la promoción y organización de los célebres ejercicios espirituales del fundador de esa orden religiosa: San Ignacio de Loyola. ”Recorrió a pie casi 5.000 kilómetros por el virreinato del Perú -a lo largo del territorio de las actuales provincias de Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Catamarca, La Rioja y Córdoba- y, cuando Buenos Aires pasó a ser el centro del virreinato del Río de la Plata, se instaló en las costas porteñas, donde “puso de moda” los ejercicios espirituales ignacianos y construyó uno de los edificios más antiguos de la ciudad: la Santa Casa de Ejercicios (de 1784), aún en funcionamiento (bajo el cuidado de la congregación Hijas del Divino Salvador)”, resaltó AICA.
Y señaló que “acusada de loca y de bruja, el peso histórico de Mama Antula en los sucesos independentistas de la Argentina quizá haya sido más importante que el religioso, aunque ahora se encuentre olvidado”. Por eso “es considerada una Madre de la Patria: de las multitudinarias tandas de ejercicios espirituales realizados por ella en la Santa Casa, participaron varios próceres de la independencia, como Manuel Belgrano, Miguel de Azcuénaga y hasta el Virrey Santiago de Liniers”.