Es esencial reconocer la interconexión entre la educación STEM y las habilidades socioemocionales, ya que ambas son componentes clave para el desarrollo integral de los estudiantes en la educación básica.
La educación STEM, centrada en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, ha cobrado relevancia en la era actual debido al papel fundamental que desempeñan estas disciplinas en la sociedad y la economía. Constantemente hay un cambio y modificación entre STEM o STEAM, ambas son los acrónimos en inglés de las disciplinas antes mencionadas, pero la variante que entra en juego (A, de Arte) tiene que ver con el sentir y bienestar emocional de los estudiantes y profesionales de esta área.
En primer lugar, la educación STEM fomenta habilidades cognitivas y analíticas que son cruciales para resolver problemas complejos. El enfoque en la resolución de problemas en las disciplinas STEM impulsa el pensamiento crítico, la creatividad y la capacidad de análisis. Estas habilidades no solo son valiosas en el ámbito académico, sino que también tienen una aplicación directa en situaciones de la vida cotidiana, promoviendo la toma de decisiones informadas y el desarrollo de soluciones innovadoras.
Por otro lado, las habilidades socioemocionales, que abarcan aspectos como la inteligencia emocional, la empatía y la autorregulación emocional, desempeñan un papel fundamental en el bienestar personal y en la construcción de relaciones saludables. Integrar estas habilidades en la educación básica es crucial para cultivar individuos equilibrados y socialmente competentes.
La educación STEM y las habilidades socioemocionales no son conceptos aislados, sino que están intrínsecamente relacionados. De acuerdo con Movimiento STEM+, en la educación con enfoque en las materias científicas y tecnológicas se puede integrar de forma intencional la educación emocional, también conocida como “habilidades blandas”. Esta integración o mezcla ramas distintas es posible gracias a que desde STEM se brindar herramientas para generar identidades saludables.
Una estrategia inclusiva, sostenible y universal para preescolar y primaria, la organización educativa destaca el marco de competencias para el aprendizaje social y emocional (SEL, por sus siglas en inglés) propuesto por el Colaborativo para el Aprendizaje Académico, Social y Emocional (CASEL, por sus siglas en inglés) en el cual se establecen cinco dimensiones de capacidades que han de adquirirse mediante diversas experiencias educativas formales, no formales e informales, las cuales son las siguientes:
– Conciencia de sí mismo(a)
– Autogestión
– Conciencia social
– Habilidades de relación
– Toma de decisiones responsables