El Bombardier Challenger 600, que había despegado de Ohio y se dirigía rumbo al aeropuerto de Naples, impactó contra un auto. El piloto de la aeronave acusó problemas en los dos motores.
Cerca de la ciudad de Naples, en Florida, una avioneta que había iniciado su viaje desde Ohio, se estrelló contra una autopista después de que el piloto de la aeronave se comunicara con la torre de control del aeropuerto para informar que tenía problemas en los dos motores.
Cuando se encontraban a 3 kilómetros del aeropuerto, el piloto alertó: “Perdí ambos motores. Emergencia”, al tiempo que lamentaba que, pese a estar “autorizado a aterrizar”, no iba a llegar a la pista.
La predicción del hombre se cumplió y, poco tiempo después, tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en una calle en la que se encontraban circulando autos. La avioneta se precipitó sobre la autopista interestatal I-75, lo que desembocó en la muerte de dos personas.
A bordo del pequeño jet iban cinco personas: la buena noticia recae en que las otras tres personas involucradas en el accidente, lograron sobrevivir.