El bruxismo es una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por el rechinamiento o apretamiento involuntario de los dientes, generalmente durante el sueño. Aunque muchas personas pueden experimentar episodios ocasionales de bruxismo, cuando se vuelve crónico, puede tener consecuencias significativas para la salud bucal y general
El bruxismo puede convertirse en un detonante de diversas molestias y problemas en diferentes zonas corporales debido a la tensión muscular que genera. Los músculos faciales y masticatorios están interconectados con otras estructuras del cuerpo, como los músculos del cuello, la mandíbula y la cabeza. La presión constante y repetitiva causada por el bruxismo puede generar una serie de consecuencias en estas áreas.
El principal síntoma es el desgaste dental. Debido a la presión constante y repetitiva sobre los dientes, estos pueden sufrir desgaste excesivo, fracturas o incluso llegar a romperse. Además, puede provocar sensibilidad dental, ya que el esmalte se desgasta y expone las capas más sensibles del diente.
Otra consecuencia común del bruxismo es el dolor facial y mandibular. Los músculos de la mandíbula se ven sometidos a una tensión excesiva durante el apretamiento y rechinamiento, lo que puede provocar dolor en la mandíbula, la cara e incluso dolores de cabeza crónicos. Además, el bruxismo también puede causar trastornos de la articulación temporomandibular (ATM), que se manifiestan como chasquidos, bloqueos o dificultad para abrir o cerrar la boca.
Es necesario que ante la presencia de estos sintomas, se pueda realizar un diagnóstico preciso del bruxismo mediante la evaluación clínica y el análisis de los síntomas y el desgaste dental. También es necesario investigar los posibles factores desencadenantes, como el estrés y la ansiedad, para comprender mejor la situación de cada persona.
Entre las técnicas que se pueden realizar para prevenirlo están el yoga facial, que consiste en ejercicios y movimientos faciales específicos para aliviar la tensión muscular y promover el bienestar. La terapia cervical, que aborda la relajación de los músculos cervicales y su relación con el bruxismo y el mindfulness (atención plena) como una forma de reducir el estrés y mejorar la salud en general.