El 70% de las personas infectadas con la enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti son asintomáticas, pero otro porcentaje tiene síntomas leves, moderados y hasta cuadros graves de salud. Las recomendaciones de expertos.
Argentina atraviesa un brote histórico de dengue, la enfermedad viral transmitida en la región por el mosquito Aedes aegypti, que encendió las alarmas sanitarias en una temporada récord de infectados (180.529 casos de dengue, de los cuales 163.419 se registraron este año) y 129 fallecimientos, contabilizados hasta fines de marzo.
Estos datos se desprenden del último Boletín Epidemiológico Nacional (BEN), emitido por el Ministerio de Salud de la Nación que cuenta que en estos tres primeros meses 163.419 casos positivos y confirmados se registraron este año.
Pero hay que recordar que se calcula que por cada paciente con síntomas (como fiebre, dolor en articulaciones y dolor de cabeza), hay otras 3 personas que tuvieron dengue asintomático. Por lo cual, la mayoría no son registrados en el sistema de salud. Esto significa que las infecciones reales por esta enfermedad en Argentina podrían ser mucho más que las oficiales.
Los síntomas de dengue generalmente duran entre 2 y 7 días. La mayoría de las personas se recupera en alrededor de una semana. Y la persona es suceptible de contagiar a otra, siempre mediante la picadura de un mosquito mediante, solamente cuando tiene fiebre”, explicó a Infobae la doctora Mónica Foccoli, jefa de la Sección Infectología del Hospital de Clínicas General José de San Martín. Además, agregó que la enfermedad tiene un período de incubación de entre 3 a 15 días, y se divide en 3 etapas.
- Etapa febril (días 0 a 5 de la enfermedad)
- Etapa crítica (días 5 a 7 de la enfermedad)
- Etapa de recuperación (luego del 7° día de enfermedad)
La fase febril suele extenderse por general cinco días, como máximo siete días. Y durante esa fase lo que predomina es la fiebre, el dolor articular, el dolor muscular, la cefalea, que es el dolor de cabeza, sobre todo reto ocular. Pueden aparecer náuseas, vómitos, diarrea. En esa fase, lo más importante para priorizar es la hidratación, porque los síntomas pueden empeorar en el contexto de la deshidratación o que lo que nosotros objetivamos vemos en el laboratorio, que es el aumento del hematocrito por pérdida del componente soluble”, indicó García Allende.
Y agregó: “Entonces, durante esa fase lo más importante es utilizar paracetamol como antitérmico analgésico, evitar el ibuprofeno, la dipirona o la aspirina. Se pueden usar también métodos físicos como el baño, los paños fríos para contribuir junto con el paracetamol, en el descenso de la curva térmica. Y por sobre todas las cosas, hay que incrementar la hidratación por boca con cualquier líquido como agua y bebidas de rehidratación”si
“Pero hay otro grupo de pacientes que puede evolucionar hacia lo que es la fiebre hemorrágica y que pueden empezar con síntomas de gravedad. Y por eso es en general el momento en que les damos a los pacientes las pautas de alarma. Y esos, esas pautas de alarma son las náuseas o vómitos que impidan la correcta ingesta de líquido, porque eso puede predisponer a la deshidratación, a la concentración y la concentración. Eso es una bandera roja, con alteraciones en el nivel o en el contenido de la conciencia. Eso significa si los pacientes están confusos o más somnolientos, deben ser traídos por sus familiares a control médico”, añadió García Allende.
Y remarcó: “Si aparece dolor abdominal, eso amerita una evaluación clínica y eventualmente una ecografía para excluir que no haya líquido libre a nivel del peritoneo. Si aparece lo que nosotros denominamos disnea o falta de aire, también en ese escenario hay que, además de hacer el examen físico, complementar con una radiografía de tórax. Y estar atento si aparecen manifestaciones de sangrado tanto en piel como en mucosas, por ejemplo con el cepillado de dientes, o pérdidas hemáticas a través de las deposiciones, o si aparece sangrado en la orina, hematomas, petequias sobre la piel o epistaxis sangrado nasal”.
“Obviamente que cualquiera de estos síntomas son signos de alarma y hay que hay que concurrir al médico y después durante el seguimiento en general se puede complementar con un laboratorio. Se pide un laboratorio basal en el que hay algunos signos que son compatibles con la infección y que hasta tener el resultado de los estudios confirmatorios nos orientan como el descenso en el recuento de glóbulos blancos, el aumento del hematocrito y el descenso en el recuento de plaquetas”, indicó.
“Pero hay otro grupo de pacientes que puede evolucionar hacia lo que es la fiebre hemorrágica y que pueden empezar con síntomas de gravedad. Y por eso es en general el momento en que les damos a los pacientes las pautas de alarma. Y esos, esas pautas de alarma son las náuseas o vómitos que impidan la correcta ingesta de líquido, porque eso puede predisponer a la deshidratación, a la concentración y la concentración. Eso es una bandera roja, con alteraciones en el nivel o en el contenido de la conciencia. Eso significa si los pacientes están confusos o más somnolientos, deben ser traídos por sus familiares a control médico”, añadió García Allende.
Y remarcó: “Si aparece dolor abdominal, eso amerita una evaluación clínica y eventualmente una ecografía para excluir que no haya líquido libre a nivel del peritoneo. Si aparece lo que nosotros denominamos disnea o falta de aire, también en ese escenario hay que, además de hacer el examen físico, complementar con una radiografía de tórax. Y estar atento si aparecen manifestaciones de sangrado tanto en piel como en mucosas, por ejemplo con el cepillado de dientes, o pérdidas hemáticas a través de las deposiciones, o si aparece sangrado en la orina, hematomas, petequias sobre la piel o epistaxis sangrado nasal”.
“Obviamente que cualquiera de estos síntomas son signos de alarma y hay que hay que concurrir al médico y después durante el seguimiento en general se puede complementar con un laboratorio. Se pide un laboratorio basal en el que hay algunos signos que son compatibles con la infección y que hasta tener el resultado de los estudios confirmatorios nos orientan como el descenso en el recuento de glóbulos blancos, el aumento del hematocrito y el descenso en el recuento de plaquetas”, indicó.