Ayer la Premier League regaló uno de esos partidos que solo el torneo inglés puede dar. Chelsea ganaba 2 a 0 con total tranquilidad hasta que apareció Alejandro Garnacho y gracias a sus dos goles, Manchester United lo dio vuelta. Sin embargo, los dirigidos por Mauricio Pochettino lograron invertir el resultado de manera agónica.
Chelsea tuvo un gran arranque de partido y se puso en ventaja rápidamente por medio de Conor Gallagher a los cuatro minutos. Cole Palmer aumentó quince minutos después de penal y parecía que los tres puntos se iban a quedar en Londres.
Sin embargo, sobre el cierre del primer tiempo apareció Alejandro Garnacho para descontar. Apenas cinco minutos después, Bruno Fernandes igualó el partido de cabeza tras una gran jugada colectiva y de contragolpe. Así, se fueron al entretiempo con un contundente golpe que dejó mareados a los de Pochettino.
En la segunda mitad, los Diablos Rojos arremetieron contra el arco de Chelsea en busca del tercero, que llegaría nuevamente de la mano de Garnacho. A los 22 minutos, Antony asistió con tres dedos al delantero argentino, que aprovechó la mala salida del arquero y marcó de cabeza para dar vuelta el partido. ¿El festejo? A lo Cristiano Ronaldo: sentado en uno de los carteles publicitarios.
Cuando parecía que el triunfo iba a ser para los de Manchester, el árbitro del encuentro agregó ocho minutos. Así, a solo dos minutos del final, un penal infantil a Noni Madueke puso nuevamente a Palmer cara a cara con el arquero desde los doce pasos, y otra vez lo cambiaría por gol: 3-3.
Así, el partido se extendió algunos minutos más. Apenas el Manchester sacó del medio, Chelsea recuperó la pelota y ganó un tiro de esquina que sería fundamental. Ya se jugaban 100 minutos de partido cuando Enzo Fernández se avivó y sacó rápido el corner para hacerle un pase a Palmer, que sacó un zurdazo, rebotó en un defensor y se coló en el arco para decretar su hattrick y el 4-3 final.